Un socorrista vigila la playa próxima a la central nuclear de Vandellós II, en Tarragona. JAUME SELLART
EUROPA VERDE

La Comisión Europea propone clasificar como 'verdes' la energía nuclear y el gas natural

Reducción de las emisiones a cero en el año 2050Esta polémica iniciativa comunitaria ha sido rechazada por España y pone en tela de juicio la credibilidad de la Taxonomía de la UE

REDACCIÓN

Lunes, 24 de enero 2022, 01:00

La propuesta de la Comisión Europea de modificar la clasificación de energías verdes e incluir en ellas la energía nuclear y el gas natural ha generado disensiones y debates públicos en este comienzo de año. El proyecto legal de Bruselas pretende reconocer como 'verdes' las ... centrales nucleares ya en funcionamiento y también aquellas que se construyan antes de 2045; del mismo modo, admitiría a las plantas generadoras de electricidad con gas hasta 2030.

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El primer acto delegado por la Comisión en abril de 2021 dio la espalda a ambas fuentes energéticas, pero la presión de países partidarios –principalmente, Francia en el debate nuclear, y Alemania en el gas– de su inclusión como ejes en la transición ecológica ha motivado cambios sensibles.

Esta polémica iniciativa –España la ha rechazado categóricamente– enmendará la conocida como Taxonomía de la UE, que clasifica las actividades del sector energético consideradas sostenibles. «La propuesta de la Comisión de clasificar la energía nuclear y el gas natural como energías verdes supone un paso atrás para las metas europeas de descarbonización y un obstáculo para alcanzar la neutralidad climática en 2050», desliza con rotundidad el europarlamentario César Luena.

La clasificación comunitaria fija los criterios que debe cumplir una fuente de energía para ser considerada como verde y facilitar la inversión financiera. Esa financiación es vital para descarbonizar la producción energética y cumplir el objetivo que abandera el Pacto Verde de la UE: reducir a cero las emisiones en 2050. «Esta decisión supone un riesgo porque las inversiones podrían desviarse hacia estas energías más contaminantes y no centrarse en aquellas realmente verdes y sostenibles», lamenta el político riojano.

Queda en entredicho la credibilidad de una taxonomía que aspiraba a convertirse en un referente mundial y ahora ampara a la energía nuclear y al gas como fuentes de generación de electricidad bajas en emisiones de carbono (cuando no hay alternativa tecnológica y económicamente viable). Aseguran sus defensores que la energía nuclear facilita el despliegue de fuentes renovables intermitentes y no daña su desarrollo. Tras ser sometido a consulta, el proyecto pasará a deliberación por parte del Consejo y quedará aprobado salvo rebelión interna.

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«Esta propuesta daña la credibilidad del reglamento de taxonomía de la UE, ya que, en teoría, se trata de una medida de transición hacia la descarbonización total del sector», expresa Luena con incredulidad. Que la Comisión plantee «reconocer a la energía nuclear como verde hasta el año 2045» resulta «un plazo demasiado amplio como para ser considerado un periodo de adaptación». En el caso del gas, la etiqueta verde amparará a las plantas que emitan menos de 100 gramos de dióxido de carbono (CO₂) por kilovatio hora. El umbral es mayor (270 gramos) para las de nueva construcción.

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, cada ciudadano consume una media de 27 MWh al año, una cifra que previsiblemente seguirá creciendo. Aunque las energías renovables tienen cada vez más peso, su variabilidad desaconseja una dependencia total. Europa debe buscar fuentes alternativas si pretende alcanzar la ansiada neutralidad de emisiones en 2050.

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