«Día de reivindicación y celebración»

«Es un día de reivindicación y celebración, la ciudadanía en general, no solo la comunidad LGTBIQ+, sale a la calle para defender los derechos y pisar firme para que no involucionemos porque, lamentablemente, está empezando a haber discursos y delitos de odio, y una violencia creciente», declaró Ruth García a los medios de comunicación antes del inicio de la marcha. La presidenta de Gylda señaló, en base a los resultados de las elecciones europeas y el avance de la ultraderecha, que «cualquier disidencia que no entre en los estándares que se consideran normalidad puede estar en peligro (mujeres, inmigrantes, cuerpos no normativos...), así que es importante que un día como hoy salgamos a la calle y celebremos y reivindiquemos el empoderamiento para demostrar que la mayoría social quiere derechos y diversidad».

Para Ruth García, educación, derechos y paz es el eje central de la reivindicación a nivel internacional, pilares fundamentales. En ese sentido, la presidenta de Gylda celebró que este año, al contrario que el pasado, no haya habido ningún problema para que la bandera LGTBIQ+ se exhiba en el Ayuntamiento de Logroño. «Las instituciones entienden los valores que defendemos. La bandera LGTBIQ+ no divide sino que abraza la diversidad. El año pasado hubo un problema pero enseguida se solucionó. Y este año no ha habido ningún problema. Tanto el Gobierno de La Rioja como el Ayuntamiento de Logroño se han sumado y lo celebramos», subrayó Ruth García.

Arrancada la marcha, abierta por la Policía Local y cerrada por la Policía Nacional, esta recorrió toda la calle Portales, parte de Marqués de Murrieta y la Gran Vía. La batucada K-Boom Percusión y 'drag queens' como la popular Bárbara 'Reina de la Pantaloneta' pusieron color, humor y animación a este acto. Aunque hubo gente de todas las edades, los jóvenes fueron mayoría. Entre las caras conocidas que se pudieron ver destacó el televisivo biólogo Ricardo Moure.

Al final del evento, en el manifiesto hecho público se insistió en «promover la educación en diversidad como herramienta fundamental para combatir el odio». «No podemos tolerar faltas de respeto ni insultos ni, por supuesto, ningún ataque ni agresiones. En una sociedad democrática como la nuestra debe prevalecer el respeto mutuo. Un respeto que necesita de una educación en valores y en diversidad», expusieron los miembros de Gylda, exigiendo eliminar los discursos de odio, el pin parental y la 'ley Ayuso', y también reclamando derechos, como el reconocimiento de las personas no binarias, además de, por otra parte, el fin del genocidio de Israel en Palestina.