Cocina de doctor

Hace cuatro años, Madrigal –todavía instalado como investigador en Nueva York– y Bañón –doctora entonces en el Hospital San Juan de Alicante– comenzaron a darle vueltas a su idea «después de que a una amiga de Sara le diagnosticaran un cáncer de mama». «Sara empezó a trabajar los cambios nutricionales con su amiga y el tratamiento fue genial y efectivo: le dieron una bolsa gigante de pastillas para los efectos secundarios y no la abrió durante todo el tratamiento», explica el riojano. A partir de ahí comenzó el «boca a boca» y la clínica empezó a ampliar la agenda de clientes, «en su mayoría mujeres entre los 40 y los 70 años», porque «están más preocupadas por su salud y tienen menos miedo a pedir ayuda».

Empezaron poniendo el foco en el cáncer, y cobijan el anhelo de «poder trabajar mano a mano con los oncólogos de cada paciente», pero a lo largo de este año «nos han llamado muchas personas con otras diversas patologías en las que a nivel científico se ha demostrado que la alimentación es fundamental para poder revertirlas o mejorarlas». Porque todas las terapias que deciden para cada caso se diseñan estrictamente «desde una base científica». Y es que «la gente lee en internet y llega a la clínica con unos cacaos mentales enormes sin saber qué debe comer y qué no». El equipo lo completan el psicólogo Ángel Vergara, dado que los pacientes «necesitan ser escuchados», y María Carrasco (graduada en Gastronomía y Artes Culinarias), para demostrar que «comer bien no significa aburrirse con la comida». Como también influyen el estrés y el sedentarismo, y el ejercicio físico es clave para completar la terapia, Ibions ha empezado a colaborar con la clínica de fisioterapia Pérez y Salcedo de Logroño.

La pandemia popularizó el uso del medio digital entre la ciudadanía, lo que ha facilitado el desarrollo de Ibions, de tal forma que sus fundadores son conscientes de que las posibilidades de crecimiento del proyecto son enormes. En concreto, Madrigal señala que «una de cada tres personas desarrolla al menos un cáncer en su vida y el 60% está directamente relacionado con la alimentación». Así que, «solo en prevención, cuánto podríamos trabajar para evitar esta epidemia de cáncer que tiene nuestra sociedad y que va a ir a más, porque cada vez comemos peor y hay mayores problemas de obesidad, que es un factor no solo estético sino que está relacionado con trece tipos de cáncer».

Y es que a lo largo de este año «lo que hemos visto es que mucha gente no sabe ya lo que es comer saludable». «Nosotros –continúa– explicamos a cada paciente qué es la alimentación saludable, les hacemos unas recomendaciones nutricionales, pero siempre evaluando mediante analíticas el estado clínico de los pacientes, y les hacemos un seguimiento para saltar las barreras con las que se encuentran (simplemente qué comprar) porque nadie cambia solo porque le den una hoja con unos consejos a seguir».

El fichaje por parte de Lanzadera (proyecto de apadrinamiento que arrancó en 2013) supone apoyo económico y orientación, y formación en el desarrollo del negocio.