Un clima de contrastes: La Rioja activa su plan de altas temperaturas tras el mayo más frío del último lustro

Dentro de esa gran variabilidad que está ofreciendo la primavera, la de este miércoles también ha sido una jornada de contrastes. Mientras la Agencia Estatal de Meteorología informaba de que la temperatura media de la comunidad autónoma se había situado en el quinto mes del año por debajo de la media histórica, la región superaba los 30 grados de temperatura máxima (33,6 en la estación de Logroño del SOS Rioja a las 18.30 horas) y desde el Ejecutivo regional se activaba el Plan de Alerta, Prevención y Control de los efectos del exceso de temperaturas en la salud.

El de este año ha sido el mayo más frío del último lustro, con una temperatura media de 13,3 grados centígrados, dos décimas menos que los 13,5 que se toman de referencia de las últimas tres décadas. Y eso que hubo jornadas en las que la temperatura media en la estación meteorológica de Logroño se fue por encima de los 20 grados, estableciéndose el techo el día 29, con 21,3.

Esos 13,3 grados se han quedado muy cerca de los 13,4 registrados en 2021 y de los casi 14 a los que se llegó, de media, el año pasado. Mucho más lejos pillan los 16 que hubo en 2022, una cifra que incluso se superó, levemente, en 2020, siendo ese el mayo con la temperatura más alta de los últimos cinco años, según los datos de los de que dispone la Agencia Estatal de Meteorología.

Es más, aquel mayo de 2020 ha sido el segundo más cálido de los últimos 60 años, solo superado por los casi 16,5 grados que se registraron en 1964. En el otro lado de la moneda se sitúan los 8 grados de media en mayo de 1984, el registro más bajo de las últimas seis décadas, o los 9,6 de 2013, el mayo más frío de lo que se lleva de siglo.

Y si mayo fue más frío de lo habitual, los primeros días de junio han servido para superar la barrera de los 30 grados centígrados. Así ha ocurrido este miércoles, fecha en la que el Gobierno de La Rioja ha decidido poner en marcha su plan por los efectos de las altas temperaturas en la salud, que permanecerá activo hasta el próximo 30 de septiembre.

El objetivo de esta iniciativa es, según se explica desde el Ejecutivo, «sensibilizar a la población en general sobre los riesgos de la exposición a temperaturas excesivas y, especialmente, a los menores, a las personas mayores, a los enfermos con patologías crónicas de base y a personas que, por razones laborales, deportivas o de ocio padecen una exposición excesiva» al calor.

Entre las recomendaciones se encuentran el uso de crema de protección solar alta, la frecuente hidratación y el uso de gafas, gorras, viseras y ropas ligeras, además de una alimentación adecuada y adaptar la práctica de ejercicio físico en el exterior fuera de las horas centrales del día.

También se hace hincapié, entre otros puntos, en mantener la vivienda «fresca», beber sin necesidad de tener sed y extremar el cuidado de las personas mayores. En este sentido, se pondrá en marcha la detección de personas de riesgo para «su valoración, atención, tratamiento o ingreso en el caso de que lo requieran». Además, si los niveles de calor se mantienen «anormalmente elevados» se podrá incluso solicitar la participación de los efectivos de Protección Civil y del resto de medios de la Comunidad para afrontar estas situaciones.