Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Marín Hidalgo, nacido en Cádiz hace 48 años y vecino de Calahorra, donde se gana la vida como vendedor de la ONCE, tiene motivos para estar contento: no sólo porque suele repartir premios entre su clientela, sino porque fruto de su modélico desempeño acaba ... de ser nombrado 'Vendedor de la ONCE 2018 de La Rioja'. «Vender el cupón es una de las grandes cosas que tiene la ONCE», asegura Hidalgo, que sufre una discapacidad auditiva y recuerda como uno de sus mejores momentos en su trabajo el 12 de diciembre del 2016, víspera de Santa Lucía: ese día vendió un premio dotado con 250.0000 en Calahorra.
A esa localidad riojana llegó cuando contaba con 18 años de edad. «Había pedido plaza en Cádiz para la venta del cupón de la ONCE», recuerda. «Como no encontraba plaza allí, me comunicaron que tenía posibilidades de trabajar e irme a La Rioja y me vine para aquí con mi madre, Dolores», añade. Era el 2 de mayo de 1989 e ingresé en la ONCE; desde ese día se dedica a la venta del cupón, con éxito por cierto. Lo cual atribuye a su carácter «abierto». «Soy muy dicharachero», confiesa. Desde que llegó a Calahorra no tardó en encontrar el apoyo de los buenos amigos que ha ido haciendo, con quienes comparte una de sus pasiones: las motos, «aunque en su casa nunca me dejaban comprarme una».
Francisco, que se ha ido convirtiendo en una especie de institución ciudadana en Calahorra, se ocupa de la venta diaria del cupón de la ONCE en el puesto que regenta en el centro comercial ARCCA, aunque antes lo hizo en otros emplazamientos: el supermercado Sabeco, en el Centro de Salud de Calahorra, en su polígono industrial... «Hago todo lo posible para que el cliente siempre quede satisfecho», apunta. Y agrega: «Estoy muy contento con la ONCE, con la respuesta y ayuda que nos viene prestando a todas nuestras necesidades».
¿Cómo ha evolucionado la entidad desde que empezó a trabajar con ella? Marín reconoce que ha notado alguna evolución («Un poquito sí ha cambiado», comenta), aunque sobre todo observa algún detalle preocupante: «Con el paso de los años, cada vez cuesta más vender el cupón de la ONCE». En su balance, no obstante, pesa más el lado positivo: destaca sobre todo su relación «con los clientes fijos y diarios, tanto los de Calahorra como los de fuera, que para mí forman como una gran familia». Así que concluye con satisfacción: «Cada día lo puedo comprobar, todo el mundo me quiere en Calahorra».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.