Las claves de una ley que afecta a todas las localidades de la región

Porque España, según la Comisión Europea, se encontraba en riesgo de no cumplir los objetivos de reciclaje de residuos municipales, establecidos en 2008. Así, en 2020 se tenía que haber alcanzado el 50% de reciclado y se llegó al 28,91%. Para 2025 ese porcentaje se tenía que elevar hasta el 55% y en 2030 hasta el 60%. «En La Rioja cumplimos ese porcentaje de reciclado, pero debemos tomar medidas ya que a partir de 2027 no lo cumpliremos por un cambio en el método de contabilización», señala Ángel Martínez, jefe de servicio de Gestión y Control de Residuos de la Dirección General de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua de la Consejería de Agricultura. «Además, para el año 2035 se tiene que alcanzar el objetivo de recogida separada del 50% y en la actualidad estamos en el 26,85%», apostilla.

Es el artículo 11.3 el que regula la tasa de residuos. Dice, textualmente, esto:«Las entidades locales establecerán, en el plazo de tres años a contar desde la entrada en vigor de esta ley, una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributaria, específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste total, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos».

Los Ayuntamientos tenían la obligatoriedad de establecer la tasa de residuos en el plazo de tres años, es decir, antes del 10 de abril de 2025.

El espíritu de la normativa comunitaria es hacer que pague más aquel que más contamine. No exige una tasa individualizada para cada individuo, pero sí se deben incorporar «gradualmente» sistemas que tengan en cuenta el comportamiento de los ciudadanos. «Lo que les decimos a los Ayuntamientos es que incorporen un 'factor reciclaje' a sus normativas», expone José María Infante, presidente del Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja.

Sí. La ley obliga al establecimiento de la tasa a todas las localidades, independientemente de cuál sea su población o tamaño.

José María Infante lo explica. Muchas localidades de La Rioja tienen la gestión consorciada de sus residuos a través del Consorcio de Aguas y Residuos de la región. En estos casos, «se le cobra al Ayuntamiento por el servicio de la recogida y de tratamiento de los residuos en las instalaciones del Ecoparque, pero luego es el propio Consistorio el que decide cómo lo repercute entre sus vecinos para recuperarlo a través de la tasa», expone.

La Comisión Europea advierte a España de que no está alcanzando los objetivos en cuanto reciclaje, pero ¿cómo se podría llegar a ellos? La clave, según Ángel Martínez, está en la recogida separada de residuos. «Hay que atacar el problema desde el origen», se apunta antes de incidir en la importancia de depositar todo en el contenedor adecuado o en el punto limpio. Ya es obligatoria la recogida separada de papel-cartón, plástico, vidrio, biorresiduos, envases, pilas y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y a partir del 1 de enero próximo se deberán recoger de forma separada residuos textiles, aceite de cocina usados o residuos domésticos peligrosos. Además, se hace hincapié en la necesidad de destinar «todos los esfuerzos» a la materia orgánica, ya que supone actualmente el 50% de los residuos municipales.