El doctor José Antonio Oteo, junto al San Pedro y el Cibir. M. H.
José Antonio Oteo | Jefe de Infecciosas del San Pedro y director del Laboratorio de Patógenos del Cibir

«Es clave la extracción tras la picadura para evitar complicaciones»

Jueves, 11 de mayo 2023, 07:46

Sin alarmismos, pero con la evidencia de que se trata de un enemigo real. «La probabilidad de desarrollar enfermedades graves en España tras la picadura de una garrapata es muy baja y, además, estos males, tratados a tiempo, tienen una fácil cura», admite el doctor ... José Antonio Oteo (Haro, 1960), una autoridad mundial en la materia tras más de tres décadas de estudio. Pero el riesgo está ahí y el experto insiste en resaltar algunas normas básicas.

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– ¿Este 2023 está siendo más intenso o nos lo parece?

– En principio está siendo parecido a otros años porque, de hecho, ya llevamos muchos años en los que al principio de la primavera hay una explosión de picaduras, porque la mayor temperatura provoca que las garrapatas se hagan un poco más agresivas, sobre todo en algunas de las especies.

– Además de la protección evidente para evitar la picadura, ¿qué es lo más importante una vez producido el ataque?

– Es clave la extracción de la garrapata tras la picadura. No debe manipularse con la mano ni echarle aceite, algo muy extendido, ni gasolina ni quemarla. Hace años hicimos un trabajo en el que se demostraba que cuando la garrapata se manipulaba manualmente se producen muchas más complicaciones a posteriores. La forma correcta es retirarla con unas pinzas manipulando lo mínimo a la garrapata para que no queden restos de la cabeza o la boca ni las glándulas salivales, porque ahí es donde están las neurotoxinas.

– Hay quien defiende que deberían guardarse los ejemplares. ¿Es así?

– Uno de los problemas con los que nos encontramos es que la mayoría de las veces no se sabe qué garrapata ha picado porque lo habitual es pisarla para aplastarla o tirarla a la basura. El riesgo no es el mismo según la garrapata que te pique, porque unas transmiten unas enfermedades y otras especies, otras. Por ello, efectivamente, lo ideal es guardarla durante un tiempo, unas semanas, en un frasco de cristal o plástico o en un papel absorbente humedecido en la nevera. Si el paciente desarrolla algún síntoma eso nos permitiría un diagnóstico precoz e incluso hacer pruebas moleculares a la garrapata para ver qué microorganismos tiene. Por ejemplo así pudimos identificar la Rickettsia rioja, una bacteria que es uno de los principales agentes causantes del debonel, cada día más frecuente en los meses fríos del año, de octubre a abril o mayo, porque en los cálidos, a partir de mayo, empezamos con la fiebre botonosa y la enfermedad de Lyne, anaplasmosis y otras muchas.

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