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«Totalmente desprotegidas» y «en tierra de nadie». Así es como aseguran sentirse las teletrabajadoras riojanas del servicio de Atención Previa del Seris, que es el que gestiona las citas de Atención Primaria y Especializada a los pacientes riojanos.
Según denuncian, ABAI, la empresa adjudicataria, « ... comunicó el viernes por videoconferencia los despidos de trece empleadas» (la mayoría de la plantilla es femenina), que se suman a «otros tres que ya ejecutó en marzo». En total, «el 70% de la plantilla» que, al tiempo, «ha sido sustituida por teleoperadores de La Coruña (cinco) y Zaragoza (once), que hasta ahora trabajaban para una compañía telefónica». En total, de las 23 trabajadoras riojanas, «sólo quedamos siete, las que más antigüedad tenemos» , señalaron ayer varias a este diario.
El servicio de Cita Previa, «integrado en Salud Responde», se creó en 2002 y está ubicado en las instalaciones del Hospital San Pedro de Logroño. Su labor es «dar cobertura telefónica a la ciudadanía riojana no sólo de las citas con los centros de salud y los especialistas; también ofrecemos información a los pacientes y resolvemos sus dudas». Son «funciones complejas, porque hay que cuadrar todo, e imagínese nuestro papel durante el covid. Y ahora nos encontramos con los despidos y con un servicio totalmente desatendido».
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María José González
«Es una situación dramática que no nos merecemos», aunque «no es sólo un problema para veinte trabajadoras: es un problema para 300.000 riojanos». Porque están siendo «reemplazadas» por teleoperadores de otras regiones «a los que nosotras hemos formado, pero que carecen de experiencia», lo que «expone a los usuarios a citas erróneas, información incorrecta, etcétera». De hecho, «esta mañana (por ayer) no se han dado citas porque sólo hay dos riojanas en la sala del servicio y el resto opera desde La Coruña y Zaragoza». Eso sí, «en el momento que cojan tablas y puedan dar citas, estamos seguras de que las siete que quedamos iremos a la calle».
La empresa ABAI, «ofertando un presupuesto más bajo que el previsto por el Seris», se adjudicó este año el servicio, que hasta entonces prestaba Ilunion, del grupo social ONCE. De hecho parte de la plantilla «tiene algún tipo de discapacidad, pero también hay otras compañeras que son familias monoparentales».
Las 23 trabajadoras fueron subrogadas por ABAI y «los problemas comenzaron pronto». En marzo «se descolgaron con que querían despedir a cinco, que finalmente fueron tres». Y casi al mismo tiempo «nos dijeron que teníamos que realizar formación». En aquel momento a cinco teleoperadores de ABAI en La Coruña, procedentes «de otro servicio de telefonía de la empresa, ajeno totalmente al ámbito sanitario». Y, posteriormente, «a once más de Zaragoza, ciudad en la que tiene la sede» el grupo.
La sorpresa llegó el pasado viernes: la empresa les comunicó «el despido disciplinario de trece trabajadoras de La Rioja», alegando «falta de productividad, cuando en la misma videoconferencia en la que les informaban de su decisión «los responsables reconocieron la falsedad de las acusaciones y que los despidos eran improcedentes», pero que «era el único modo de evitar el preaviso obligatorio legal de 15 días». En este sentido, las afectadas añaden que la única razón de ABAI para despedir a las trabajadoras riojanas, «altamente cualificadas», es que los teleoperadores de otras regiones «tienen mayor antigüedad y es más fácil despedir a los de La Rioja».
La plantilla ha trasladado su situación «tanto a la consejera de Salud como al gerente del Seris», pero «no nos han atendido».
El Seris se limitó ayer a señalar que la gestión del servicio y de los recursos humanos «dependen de la empresa adjudicataria» y que «no tiene competencia para intervenir mientras el servicio se preste con los criterios y calidad establecidos en el contrato». No obstante, «estamos hablando con la empresa adjudicataria para intentar reducir los perjuicios a los trabajadores».
Los en total 16 despidos del servicio de Cita Previa del Seris –UGT considera que se trata de un «despido colectivo»– son sólo la punta del iceberg. Las trabajadoras denuncian que en menos de medio año han vivido una Inspección de Trabajo y se les ha presionado para teletrabajar, así como para reducir a menos de dos minutos el tiempo de atención por paciente.
Según explican, «aunque estamos trabajando en un sala del San Pedro –en el edificio de Consultas Externas– no tenemos centro de trabajo en La Rioja, ya que al ser personal subrogado, a efectos de la Seguridad Social teníamos como dirección Zaragoza», que es la ciudad donde tiene su sede ABAI. Tras «una inspección de Trabajo, el 31 de mayo, por sorpresa, nos dieron de baja para darnos de alta el 1 de junio en Logroño». ¿Cuál es el problema? Que ABAI «no tiene un centro real de trabajo aquí, y entendemos que, como el hospital quiere que nos vayamos de sus instalaciones después de 20 años, no va a haber un sitio físico donde ponernos y nos despedirán por no contratar una sala o un centro de trabajo».
Además, de las 20 empleadas que hasta el viernes trabajaban en el servicio, parte de ellas «teletrabajaba por decisión propia» y otras «nos mantuvimos en la sala» presencialmente. Pero si lo han conseguido es porque «nos hemos resistido», ya que la empresa les ha apremiado a trabajar «desde casa».
Asimismo, las empleadas denuncian que, «desde su llegada, ABAI nos ha presionado diariamente para que cada llamada de los usuarios riojanos sea atendida y finalizada con la mayor rapidez posible, y siempre en un tiempo inferior a dos minutos, independientemente de las necesidades que muestre cada paciente». Una presión que obedece a «obtener los mayores beneficios posibles, puesto que el Seris paga por llamada atendida».
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