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De frente y sin miedo. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de La Rioja ha elegido un referente en la investigación, el CIBIR, para celebrar durante toda la jornada de hoy su I Congreso de Pacientes de Cáncer y Familiares, un abordaje integral de ... la enfermedad en el que toman la palabra médicos, investigadores, psicólogos, trabajadores sociales, representantes de asociaciones de ayuda, responsables políticos e institucionales... Pero sobre todo supervivientes y sus familias en un mensaje de optimismo imprescindible para la Victoria frente a la enfermedad.
«Este congreso supone un punto de encuentro desde los distintos ámbitos y, aunque estamos en el corazón de la sanidad riojana, en el CIBIR, este es un escenario más relajado del habitual para que los pacientes puedan plantear sus dudas e inquietudes. Cuando tienes la enfermedad necesitas todo el apoyo posible«, ha explicado Elena Eguizábal, presidenta de AECC en La Rioja, antes de inaugurar el congreso en un abarrotado salón de actos.
Junto a ella, el presidente nacional de la AECC, Ignacio Muñoz Pidal, quien ha defendido que «al cáncer hay que mirarlo de frente y no tenerle miedo porque es una realidad y las realidades no se pueden disimular. Tenemos que arremangarnos y hacerle frente y para ello tenemos la prevención en un doble sentido: la personal, con hábitos de vida saludable, y la médica, mediante los cribados para el diagnóstico temprano«.
Pese a admitir la gravedad del problema al destacar que por el coronavirus en China han muerto mil personas y que en España fallecen 300 personas al día por cáncer y recordar que la enfermedad tiene un coste económico anual estimado en nuestro país de 19.300 millones de euros, Muñoz Pidal ha insistido en «mirarlo de frente y sin miedo» al destacar que «hoy en día, gracias a la prevención y a la investigación, la supervivencia es del 53% y la comunidad europea se ha marcado el objetivo de que dentro de siete años sea del 70%». «Siendo optimista, podemos decir que nos estamos acercando a una etapa en la que el cáncer está casi casi vencido« ha aseverado el presidente nacional.
Tras insistir en que «somos optimistas porque ya podemos hablar de muchos supervivientes, aunque es cierto que el cáncer deja huella en algunos, físicas y emocionales», Muñoz Pidal no ha olvidado su papel reinvindicativo al demandar a las autoridades españolas un plan estratégico de investigación oncológica para mejorar e intensificar las inversiones en investigación en España, situadas por debajo de la media de otros países de la Unión Europea, ha lamentado.
Durante la jornada matinal tras diversas intervenciones a cargo de responsables médicos y sanitarios de Oncología, Hematología, Radioterapia, Cuidados Paliativos y profesionales de psicología y de apoyo de distintas asociaciones, ha llegado el turno de los testimonios de media docena de supervivientes y de sus familiares para rematar una sesión que por la tarde se concentrará en diversos talleres. A continuación se celebrará una mesa redonda que contará con la intervención de las consejeras de Servicios Sociales, Ana Santos, y de Salud, Sara Alba, y de diversos miembros de las comisiones de Salud y Servicios Sociales del Parlamento de La Rioja. Antes de la clausura del congreso, a cargo de Elena Eguizábal, el director del Área de Terapia Celular y especialista en Hematología y Oncología de la Clínica Universidad de Navarra, Felipe Prosper, pronunciará la conferencia 'La investigación en cáncer: el camino del progreso'.
«Por suerte soy un superviviente y puedo contarlo. Con 43 años, hace dos, en marzo del 2018, me diagnosticaron un linfoma que me afectó al sistema linfático y al nervioso. Fue en apenas cuatro días, se me quedó el cuerpo paralizado y adelgacé casi 20 kilos. En esa situación se pasa bastante mal hasta que descubren lo que tienes y es casi un alivio cuando te dicen lo que es. Yo no sabía ni lo que era un linfoma y solo quieres escuchar si hay tratamiento y saber que te puedes salvar. Es muy duro y, aparte de la labor de los médicos, que son los que te curan, es clave el acompañamiento y el apoyo de la familia, de los tuyos». El testimonio es de Alberto Morillas, uno de los participantes en el congreso de la AECC, que no se separó ni un segundo de su esposa, Silvia Solas, su apoyo imprescindible.
Alberto estuvo ingresado desde marzo hasta octubre de ese año, precisó de un trasplante autólogo en el hospital San Pedro y hoy está curado. «La verdad es que todo ha ido muy bien y las pruebas salen genial. Estoy terriblemente agradecido a los médicos y a todo el personal de hospital San Pedro, también a la asociación, a todos, y soy feliz con mi mujer, mis dos hijas, mis padres...», aseguraba sin muchas ganas de echar la vista atrás. «Te cambia la forma de afrontar la vida y sufres, pero tienes que planteártelo como una meta larga, ir pasando día a día hasta que llegue el momento que te digan que ya se ha pasado. Hoy Estoy como nunca, me han cambiado la sangre entera, estoy como para vivir otros 45 años», explicaba con un guiño cómplice a su esposa. «Yo creo que lo llevo peor que él, cuando vamos a las revisiones no duermo desde una semana antes. Cuando llegó el diagnóstico nos ayudo mucho la asociación psicológicamente, Maribel es un encanto, porque es una cosa muy fuerte de asimilar. Al final tienes que hacerlo y tirar adelante, siendo fuertes por él, de mis hijas, de mis suegros...», resume ella sus recuerdos, pero Alberto , emocionado, no le deja ni acabar la frase: «Yo soy un superviviente, pero ella es una superhéroe , es mi heroína».
A sus 63 años puede sonreír a la vida. Pero para ello, Ricardo Legasa ha tenido que esquivar un doble cáncer de pulmón. «La primera vez fue en el 2006, cuando por un catarro me detectaron un nódulo y en Zaragoza, porque entonces no existía el CIBIR, diagnosticaron que era un tumor maligno». Le operaron en el hospital San Pedro, le extirparon el lóbulo superior derecho y no necesitó ni quimio. «Tuve mucha suerte, lo cogimos a tiempo y era de estadIo 1», explica. Cinco años después el terrible enemigo volvió a irrumpir en su vida, en el otro pulmón, en estadIo 2 y más más agresivo. Pero también logró burlarlo.
«Cuando te dan el diagnóstico es como un hachazo en la cabeza, lo primero que piensas es en la muerte y en tus seres queridos. Luego, gracias al apoyo psicológico que te proporcionan en la asociación y a los tratamientos de la medicina, te lo planteas de otra forma. Yo he tenido la suerte de que me lo han cogido a tiempo y puedo decir que se me ha aparecido dos veces la Virgen», confiesa Ricardo, quien hoy realiza su labor de voluntariado en la Asociación Española contra el Cáncer de La Rioja, para devolver algo de lo que él recibió cuando necesitó a la entidad.
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