La ciruela no renta

El calor de junio, cuando el fruto estaba en pleno crecimiento, provocó que la ciruela no engordase lo suficiente como para poder comercializarse en el mercado del fresco. Tanto es así que se prevé que un 50% irá para industria (Iberfruta de Azagra), para mermelada y zumo, cuando en campañas normales el porcentaje era de un 5 o un 10%.

Según indica Roberto, este problema de grosor lo arrastran el resto de cultivos. A lo que se añade la falta de lluvia. Esta situación podría afectar negativamente a la cosecha del siguiente año, salvo que las cantidades sean inferiores en el árbol y el fruto de mayor calibre.

Respecto al mercado de fresco se dirige sobre todo al norte de España, Madrid, y algo de exportación. En este caso el agricultor también vende a precios bajos la ciruela de segunda categoría, que abunda esta campaña frente a la de primera y extra, escasas ambas.

La asociación de la ciruela cuenta con 110 socios de Nalda, Viguera, Islallana y otros pueblos cercanos a estos. En La Rioja Baja forman parte agricultores de Quel, Autol, Arnedo, Herce y Cornago. Alguno de los cuales también tiene fincas en Calahorra y Murillo, entre otros lugares.

«Entre el lunes y el sábado cogí más de 2.000 kilos, de los cuales 950 fueron para industria, 1.200 o 1.300 para segunda y 160 de primera. La recogida es manual, cuanto más pequeña, más cuesta coger la ciruela y al final sale comido por servido», explica Roberto.

En el 2018 la marca riojana obtuvo 600.000 kilos de cosecha y en el 2019 podría llegar al millón pero con una rentabilidad muy inferior. Tanto es así que hay propietarios que no las van a recoger.