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Concienciar a los ciudadanos a reciclar a través de un dispositivo en el móvil, gracias al cual obtienen premios por su contribución activa a construir una sociedad socialmente responsable o diseñar una herramienta que permite a las empresas predecir y modificar el impacto ... ambiental que van a tener sus envases antes de fabricarlos. Estos son son dos de los 150 proyectos lanzados por el CircularLab de Logroño en sus apenas tres primeros años de vida. Se trata de un laboratorio único en Europa, impulsado por Ecoembes, «que no sólo trabaja para el ciudadano, sino con él» para convertirle en protagonista de una sociedad cien por cien recicladora.
Así lo acaba de destacar el coordinador del centro, Zacarías Torbado, durante una jornada de puertas abiertas en las que se han dado a conocer los proyectos más novedosos desarrollados por los investigadores en materia de economía circular, basada en la regla 'reutilizar-reformar-reciclar-transformar'.
En total se han promovido 150 iniciativas en las cuatro áreas en las que esta incubadora riojana de Ecoembes desarrolla su actividad: smartwaste (integra la gestión inteligente de residuos en el ámbito municipal), ciencia ciudadana (busca incrementar la implicación ciudadana en el reciclaje), ecodiseño (crear envases más sostenibles en colaboración con las empresas) y emprendimiento (aceleradora de startups).
Entre los proyectos presentados destaca 'Reciclaje 5.0', que conecta al ciudadano con el contenedor amarillo mediante el reconocimiento de imágenes, webapp y códigos QR. También cuenta con tecnología incorporada a contenedores y papeleras, para que el ciudadano pueda conectarse a través de su móvil con estas infraestructuras a la hora de reciclar y contabilizar así cuántas veces ha reciclado. De esta manera, podrá obtener recompensas y canjearlas luego por incentivos sostenibles.
Estos premios, bautizados como 'reciclos' pueden ser individuales (sorteos semanales o mensuales de mochilas solares o cestas de productos frescos) o colectivos (donaciones a diferentes ONG o campañas de recogida de juguetes en municipios). Además de los contenedores urbanos (ya en prueba piloto en cuatro localidades catalanas con 4.000 usuarios activos) también hay dispositivos similares en universidades y hospitales. En el primer caso, los incentivos son, entre otros, bonos deportivos, y en el segundo, tienen un carácter colectivo y están dirigidos, por ejemplo, a apoyar financieramente la investigación universitaria.
Por otro lado, el ecodiseño también se revela fundamental en el cuidado del medio ambiente, ya que entronca directamente con el desarrollo de envases cada vez más sostenibles. En esta línea, el CircularLab también ha dado a conocer Packaging Circular Design (PackCD). Una herramienta cuyo principal objetivo es ayudar a las empresas a predecir y modificar el impacto ambiental de sus envases antes de fabricarlos. En función de las características que el envase va a tener, se evalúa su sostenibilidad y se ofrecen recomendaciones de mejora, ya aplicables en esa primera fase de diseño y fabricación, que es la más crítica porque en ella se determina el 80% del impacto ambiental que puede tener un envase.
Del mismo modo, en línea con tecnologías como la sensórica o el Big Data, desde el CircularLab, en colaboración con Minsait, se ha desarrollado Smart Waste. Una plataforma de gestión de la información y análisis de datos, destinada a optimizar la gestión local de los residuos, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar su participación. Esta plataforma, enmarcada dentro de los planteamientos transversales de las ciudades inteligentes, utiliza la información de distintas fuentes de datos, como sensores en vehículos, contenedores y plantas de selección, y ya se está probando con éxito en diferentes comunidades autónomas.
El CircularLab emplea más de 25 personas y cuenta con más de 200 colaboradores externos, entre empresas, universidades, centros tecnológicos, startups y entidades públicas. Entre sus investigadores destacan los riojanos Javier Larrea y David Ceniceros. Ambos han impulsado el Circular Design Sprint, una metodología diseñada por Google, pero que con la aportación de Larrea y Ceniceros permite reducir a cinco días un proceso que antes duraba meses: detectar el problema concreto de una empresa, idear soluciones, decidirse por una, hacer un prototipo y validarlo de inmediato. Ejemplo de ello es 'City Land', un proyecto para que a las puertas de los supermercados los consumidores puedan reciclar el exceso de embalaje de los productos adquiridos. Esta tecnología cien por cien 'made in La Rioja' ha sido considerada las cuarta mejor bootcamp del mundo.
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