Hallan larvas de gusano en los menús de cinco colegios de La Rioja por pasta en mal estado

Fueron los monitores de los comedores quienes detectaron la presencia de las larvas en el plato sin que los alumnos llegaran a comerlo, según precisaron desde la empresa y apuntaron también desde la Consejería, pese a que todavía deberá establecer el origen de los insectos y establecer responsabilidades si las hubiera. El viceconsejero de Educación relató, por su parte, que se siguieron los protocolos de seguridad establecidos en los casos de detección de cuerpos extraños en los alimentos escolares, como fue el caso de ayer. «Los alimentos se han retirado, precintado y retirado para su posterior análisis y ver las causas. Es lo que hemos hecho», tranquilizaba el responsable, quien dejó claro, no obstante, que se tomarán las medidas adecuadas de ser necesario.

La situación ha llegado a la Federación de Asociaciones de Padres (Fapa-Rioja) a través de familias que llamaron relatando cómo al servir el primer plato (pasta integral) este resultó una pasta «muy grumosa», tal y como explicó su secretario técnico, Esteban García.

En algunos centros devolvieron directamente la comida y, en otros, vieron los gusanos cuando procedían a servirla. Las familias, antes de llamar a Fapa, confirmaron la presencia de las larvas con las monitoras y la dirección del centro.

«En cuanto se ha detectado se ha puesto en marcha el protocolo de seguridad y se ha retirado el producto, precintándolo», explicaron desde la Federación de Padres. Después, se envió incidencia al proveedor «para que explique por qué ha ocurrido esto, porque es algo que no debe ocurrir», afirmó. En total, Fapa ya ha recibido la llamada de ocho familias y, en estos momentos, se encuentra en proceso de recabar la información para trasladarla a Serunión y Educación.

«Sabemos que en Murillo ha ocurrido y, por las familias, conocemos que en varios colegios han tenido que cambiar el primer plato», relató el secretario técnico de Fapa. Para la Federación, «esto lo que confirma es que los comedores tienen un déficit muy grande en organización, alimentos y forma de cocinarlos». Fapa defiende la presencia de cocineros en los centros porque ya se acumulan, resumió, «muchas quejas».