Cinco claves de un crimen que conmocionó a La Rioja

Desde sus terminales, ambas buscaron información sobre cómo matar y cómo morir sin que nadie se percatara de sus ideas: «Comprar veneno, comprar cianuro, bromadodiolona, cortarse las venas, asfixia de una persona, cuánto tiempo demora en morir una persona que se corta las venas...» fueron algunas de sus búsquedas.

Días después de que fuera detenida e ingresada en la unidad de Psiquiatría del Hospital San Pedro de Logroño, Ugueto apenas se comunicaba con nadie, estaba ausente y se mostraba evadida de una realidad que se le escapaba, según describían quienes le trataron en aquel momento. «Insiste en que se ha muerto y en ningún caso da a entender que es autora de ningún hecho», decía el entonces delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez Sáenz, al informar del caso.

La autopsia reveló que administraron a Carolina Noctamid 2,5 mg/ml, un medicamento que ayuda a conciliar el sueño, su duración y reduce posibles interrupciones. También, según reveló el mismo estudio, que Adriana Ugueto llevaba «cuatro meses suministrándole» dicha sustancia a la menor.

«Esto es muy difícil para mí, el dejarte me resulta insoportable pero no tengo otra salida. Te amo con todo mi corazón», le decía Olga Febles a su hijo en una de las cartas de despedida que dejó escritas. Febles habría sido estafada.