La cifra de contratos indefinidos se duplica en el primer trimestre de vigencia de la reforma laboral

A priori, el impacto de la nueva normativa es evidente, porque el dato del primer trimestre duplica la cifra anotada por la comunidad en 2021 (2.831 contratos fijos). Sin embargo, un análisis de las tipologías de los nuevos empleos fijos creados (afiliaciones a la Seguridad Social) infiere que el 40% corresponde a jornadas a tiempo parcial y a la figura del fijo-discontinuo, que es la que está llamada a sustituir a los contratos temporales por obra y servicio, que con la reforma desaparecen.

El exceso de temporalidad es un mal del mercado de trabajo español y, por ende, del riojano, que la Comisión Europea instó a nuestro país a empezar a corregir a través de modificaciones pactadas sobre la anterior reforma laboral.

El Gobierno concedió a las empresas un periodo de tres meses de plazo (el primer trimestre de 2022) para adaptarse a la nueva regulación, plazo que, como los datos demuestran, los empleadores aprovecharon sobre todo en su recta final. En marzo se suscribieron 2.385 colocaciones indefinidas, lo que representa el 25,8% del total de las selladas ese mes. Se trata de una ratio desconocida en los registros estadísticos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). En el acumulado del trimestre, marzo copó por sí solo el 42,6% de los contratos indefinidos globales registrados.

Estos 5.602 contratos en total son el doble de los firmados en 2021 y el triple de los que Trabajo contabilizaba hace una década. Ahora bien, la cuestión es si, como sostienen los sindicatos, este incremento de las contrataciones indefinidas se está traduciendo realmente en una mayor estabilidad en el empleo.

Una forma para comprobarlo es consultar el perfil de cotizantes a la Seguridad Social, dato del que hasta el momento solo está disponible hasta marzo el correspondiente a la afiliación media mensual. Según estas cuentas, La Rioja ha sumado un promedio de 3.883 nuevos trabajadores con empleo indefinido en el último año, esto es, 1.719 menos que el total de contrataciones fijas registradas. Es decir, el 31% de las contrataciones indefinidas firmadas no se convirtieron en proyectos laborales consolidados.

Otra vía para verificar las limitaciones que aún condicionan la estabilidad laboral es la morfología de los contratos indefinidos por tipo de jornada pactada. En este caso se debe recurrir de nuevo al SEPE que, sin embargo, solo ofrece hasta la fecha los datos de los dos primeros meses del año. En cualquier caso, y a la espera de se publique la estadística de marzo, la evolución de enero y febrero, comparada con los mismos meses de 2021, constata que la mitad de los nuevos contratos indefinidos firmados en el arranque de este ejercicio (1.541) son de jornada completa y el otro 50% corresponde a jornadas parciales (895) y la figura del fijo-discontinuo (516), el modelo de contratación que promueve la reforma laboral para trabajos estacionales y de temporada (es decir no existe una continuidad en el ejercicio de trabajo a lo largo del año y cuando se acaba una tarea concreta, el trabajador pasa al desempleo), solventados por los contratos por obra y servicio, que desaparecerán de forma definitiva en junio.

En términos interanuales y durante los dos primeros meses de desarrollo de la reforma laboral, los contratos fijos a tiempo completo crecieron el 45%; los de jornada parcial, el 119,9% y los correspondientes a fijos-discontinuos, el 258%. Sin embargo, y a pesar de su espectacular progresión relativa, esta tercera modalidad de contratación es aún poco utilizada en La Rioja –en todo caso hasta febrero–, ya que es la que menos contratos indefinidos ha aportado al sistema en términos absolutos en los dos primeros meses del ejercicio.

Con todo, los críticos con la reforma alertan de que esta contratación no es garantía de ganarle el combate a la precariedad y puede 'inflar' o 'maquillar' las cifras de empleo fijo, ya que en ella entrarán todos los contratos temporales de muy baja duración, tales como aquellos en los que la relación contractual finaliza un viernes para retomarse al siguiente lunes.

«La contratación indefinida tras la reforma laboral apenas ha cambiado; sigue siendo igual, similar a la anterior reforma». Así de contundente se expresa el presidente de la FER, Jaime García-Calzada: «Trabajos que antes eran temporales ahora son indefinidos tras el cambio de denominación o porque se ha producido una transformación directa». Asu juicio, la mejora de la contratación indefinida se debe a «una progresiva» vuelta a la situación prepandemia y «no a una mejora de las circunstancias como consecuencia de la modificación normativa».

El líder patronal recuerda que «los contratos fijos de obra, específicos de la construcción, han sido sustituidos por los contratos indefinidos adscritos a obra», que no es sino «un mero cambio de denominación para que a efectos estadísticos, se pueda considerar que ha habido un aumento considerable en la contratación indefinida». Eso sí, la contratación mediante la modalidad de fijos-discontinuos «ha aumentado drásticamente como consecuencia del cambio regulatorio, originando un mayor atractivo y una mayor flexibilidad para actividades de tipo estacional, más allá del trabajo agrario, sector donde ha sido más frecuentemente usado».

La vicesecretaria genera de UGT-Rioja, Ana Victoria del Vigo, considera que las cifras de contratación indefinida «reflejan el impacto positivo de la reforma laboral y la necesidad de abordar las crisis protegiendo el empleo y las personas». A su juicio, «con el anteproyecto de ley de Empleo no se están destruyendo puestos de trabajo sino que se está construyendo una estabilidad laboral».

Asimismo, UGT-Rioja valora la decisión del Gobierno de «restringir de manera temporal el despido por causas relacionadas con el incremento del coste de la energía para todas aquellas empresas que reciban ayudas públicas». Una medida, «en línea con la tomada en su momento con los ERTE, que busca salvaguardar el empleo ante las adversidades económicas, primando la utilización de otras opciones menos traumáticas». Como ya ocurriera con la anterior crisis del coronavirus, «estas actuaciones suponen un clara voluntad de proteger el empleo ante las previsibles dificultades, permitiendo a las empresas contar con la flexibilidad necesaria para mantener sus plantillas y volver a su actividad ante los primeros signos de recuperación económica». «Y todo –subraya Del Vigo– gracias al papel de las mesas del diálogo social, cuyo valor se viene demostrando a lo lago del tiempo y se ve ahora más necesario que nunca».

El secretario general de CCOO en La Rioja, Jorge Ruano, realiza una valoración «muy positiva» del aumento de la contratación indefinida en La Rioja impulsado por la reforma laboral. «Por eso –enfatiza– insistíamos tanto en la necesidad de que hubiera un cambio» para que los trabajos temporales «se ajusten realmente a causas de temporalidad» y «no lo que venía ocurriendo hasta ahora, ya que muchos estaban en fraude de Ley».

Ruano añade que, aunque la labor de control de las contrataciones laborales también ha permitido detectar y corregir irregularidades que se estaban produciendo, la reforma pactada a nivel nacional por CCOO, UGT y la CEOE se ha demostrado una herramienta «efectiva» para romper la inercia de un «abuso» de la temporalidad y conseguir mayor estabilidad de los empleos. Con la nueva normativa, todos los contratos temporales «deben justificar las causas reales que los motivan», un paso imprescindible para «situarnos en cotas más parecidas a las que se registran en otros países europeos». Por ello, «estamos satisfechos de lo conseguido», puesto que los datos del primer trimestre del año confirman el aumento de la contratación indefinida en la comunidad.