«Para ser científica basta soñarlo y tener curiosidad»

Carmen Torres ha sido siempre una auténtica pionera en el ámbito de la investigación. A ella le cuesta, sin embargo, verse como tal. Es como si le pesara el significado que entraña dicha palabra. Le hace sentirse incluso abrumada. Pero, objetivamente, lo es. De hecho, ella siempre ha roto moldes. Admite que es cierto pero asegura también: «Lo he logrado sin ser consciente gracias a que nunca nadie me ha puesto piedras en el camino, todo lo contrario», confiesa.

Carmen ya se movía como pez en el agua manejando probetas y tubos de ensayo cuando aún no era nada sencillo encontrar mujeres entre las batas blancas de los laboratorios. Mucho menos, como es su caso, capitaneando equipos. Mañana, 11 de febrero, se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con el objetivo de demostrar que este ámbito no distingue entre géneros y lograr que sean más las que se atrevan sin ningún miedo a dedicar su vida a la investigación, participa desde años en talleres y charlas divulgativas en colegios e institutos.

Volverá a hacerlo estos días. Tiene las ideas muy claras: «Para ser científica basta con querer soñarlo, tener curiosidad e inquietud por conocer el por qué de las cosas y lanzarse», asegura con convicción. «La ciencia no es de nadie, es de todos», defiende categóricamente la mujer que desde una de las universidades más pequeñas del país, lidera proyectos de investigación reconocidos en todo el mundo y de vital trascendencia para la salud humana. Algo que la convierte, además de en una mujer extraordinaria, en ejemplo para muchas otras.