El Cibir investiga el desarrollo de mejores sistemas de diagnóstico y pronóstico del asma

Ya en investigaciones previas, los cinco científicos que forman parte de esta unidad se centraron en el estudio de las patologías respiratorias, en sus bases moleculares, «para comprender mejor la enfermedad y desarrollar mejores sistemas de diagnóstico y tratamientos alternativos, porque el asma no tiene cura», ha explicado José Manuel García, investigador principal, antes de añadir que aunque «se trata con antiinflamatorios y broncodilatadores, el paciente sigue con la enfermedad de por vida».

Por ello, aúnan ahora todos sus esfuerzos -tras la financiación del Ministerio de Ciencia y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica- en «estudiar nuevos biomarcadores y tratamientos alternativos». En concreto, como ha detallado García, «trabajamos con las moléculas IGFs, que son de la familia de la insulina y de las que ya en su día demostramos que son inductores, es decir, que participan en las bases moleculares del asma».

Todas las enfermedades respiratorias -desde el cáncer de pulmón, el asma o el EPOC- «tienen un componente inflamatorio muy importante, pero hemos visto que nuestras moléculas tienen una actividad antiinflamatoria y, por eso, lo que pretendemos en el caso de asma es comprobar si son biomarcadores, sobre todo en los pacientes obesos, que tienen un tratamiento y un diagnóstico que, en principio, se cree que es diferente». Por ello, lo que pretenden es «identificar si las moléculas IGFs tienen relevancia en el diagnóstico de estos pacientes».

En relación a la alimentación, el investigador principal de la citada unidad ha apuntado que «cada día se pone más en evidencia científicamente que está muy relacionada con el metabolismo y tiene mucho que ver con todas las enfermedades y patologías que sufrimos». Ante esta situación, «hemos planteado un estudio en ratones y animales de experimentación -financiado por el ministerio- para testar y comprobar si el ayuno interminente -restricción calórica basada en pasar entre 15 y 16 horas sin comer- tiene beneficios o no». Todo ello para descubrir, en concreto, «si ayunar es beneficioso, porque la extinción calórica en general es antiinflamatoria, por lo que todas las enfermedades que contengan un componente antiinflamatorio deberían de tener una mejora». Habrá que esperar, sin embargo, «un par de años para ver si obtenemos resultados al respecto».

En este sentido, la consejera de Salud, María Martín, que se ha desplazado al Cibir para mantener una reunión con los investigadores de esta unidad con motivo del Día Mundial del Asma, que se conmemora el 7 de mayo, ha resaltado la labor de este equipo mientras ha apuntado que el objetivo es que «el diagnóstico precoz y los tratamientos cada vez más fiables y menos invasivos sean lo mejor para que estos ciudadanos puedan vivir con una mejor calidad de vida».

Martín aprovechó el encuentro para lanzar, en primer lugar, «un mensaje de esperanza» para todos los que sufren esta patología, porque «no hay más que ver que hay futuro» y porque «hay grandes profesionales tanto en nuestros hospitales como en este centro, que van a seguir dando pasos». «Poco a poco, y día a día, se va a conseguir que estas enfermedades pasen a ser cada vez menos invasivas en la vida y en al calidad de los ciudadanos», ha afirmado.