«La delincuencia tradicional hace tiempo que se está trasladando al cibercrimen»

– Los casos de delitos tecnológicos no dejan de crecer.

– Internet es un campo en el que se puede operar con facilidades, más opciones, sin exposición directa a la víctima... La delincuencia tradicional hace tiempo que se está trasladando al cibercrimen y hay muchos más autores que forman parte de él sin tener una cualificación técnica.

– ¿Cuáles son las recomendaciones básicas para evitar estafas?

– La gente sigue accediendo a enlaces sospechosos y facilita ahí datos personales a terceros, es algo que nunca se debe hacer. Y cuando nos contacte un desconocido, que intenta ganarnos con mensajes de confianza, no debemos entrar al trapo, igual que no lo haríamos si nos parase alguien por la calle. También hay que estar alerta ante las gangas que aparecen en tiendas, aplicaciones o perfiles poco fiables.

– ¿Existe un perfil de víctima?

– Suelen ser personas más ingenuas o que por desconocimiento de tecnológico son más propensas a ser estafadas. También hay gente mayor que usa cada vez más aplicaciones y buscadores para contactar con otras personas y pueden ser vulnerables o menores que creen que lo saben todo de internet.

– ¿Es más difícil atrapar a un ciberdelincuente?

– Es muy complicado porque, antes de nada, tienes que conocer cómo funciona internet, cómo lo utilizan para delinquir, los mecanismos de autorización y notificación de cada entidad... Requiere experiencia, muchísimo tiempo de dedicación, documentación técnica que saber analizar y coordinación con otras jefaturas. Este es un modelo de negocio para redes organizadas de cualquier lugar. En los últimos años, de cientos de personas identificadas, solo uno era de La Rioja.