La CHE declara el estado de emergencia en la cuenca del Iregua y reduce su caudal

Esto supondrá una reducción del caudal ecológico del río hasta un 40%, es decir, 400 litros por segundo, cuando lo habitual son 1.000 y actualmente estaba en 800. Además, en los riegos previstos que se permitan se deberán priorizar los árboles frutales y leñosos por delante del cereal y las verduras, según dicta la CHE. Próximamente se crearán tanto una comisión de desembalse para valorar la situación como una de sequía para gestionar el agua y de la que podrían marcarse algunas restricciones a su uso.

José María Daroca, presidente del Sindicato Central de Riego del Iregua, valoró ayer como correcta la medida de reducir el caudal ecológico del río, así como la priorización en el riego de leñosos, aunque teme próximas restricciones. Por otra parte, el presidente de la Comunidad de Regantes de Albelda de Iregua, Víctor Justa, reclamó a las administraciones públicas que también adopten medidas.

«La situación es crítica, grave, con previsión de tremendas pérdidas económicas. Los agricultores esperamos compensaciones mediante ayudas directas. Y también queremos hacer un llamamiento: todos tenemos que apretarnos el cinturón, no solo los agricultores», expuso Justa antes de una jornada como la de ayer, en la que a última hora se produjeron algunas lluvias en La Rioja e, incluso, alguna granizads en la zona de Haro.

El presidente de la Comunidad de Regantes de Albelda se refiere a que ayuntamientos como el de Logroño sigan el ejemplo de otros como el de Navarrete, que esta misma semana anunciaba que, debido a la sequía y el progresivo deterioro de la cuenca del Ebro, cerraba las fuentes públicas y minimizaría el riego de jardines y zonas verdes.

«El abastecimiento de agua no se ha reducido, pero sí el caudal. Y no es que haya restricciones, es que no hay agua», declaró Justa. La previsión es que, con el agua embalsada que hay actualmente en el González Lacasa y Pajares, se puedan realizar, como mucho, dos riegos durante todo el verano, y aunque los regantes aspiran a tres, es posible que solo haya uno para alguna acequia en todo el verano, frente a los habituales siete, condenando a 400 hectáreas de frutales, calcula Justa.

A día del pasado jueves Pajares estaba al 37,14%, cuando en las mismas fechas, en 2022, estaba al 94,29%. Y González Lacasa se encontraba al 57,58%, frente al 96,97% del año pasado. Esta situación contrasta con los otros dos grandes embalses riojanos, puesto que el de Enciso se encontraba al 100% y el de Mansilla, al 88,24%. La diferencia es que en esas dos cuencas no está Logroño y toda su área metropolitana, pero sí en el Iregua, que debe abastecer a más de 200.000 personas, que suponen casi el 65% de la población de toda La Rioja.

El Plan Especial de Sequía de la CHE valora que las precipitaciones en abril han sido casi inexistentes y toda la cuenca se encuentra por debajo de la media en precipitaciones, en su mayor parte por debajo del 75% de la media. Aunque la Aemet ha anuncia que es probable que llueva en los próximos meses, no se puede asegurar. Por eso la CHE ya solicitó el pasado 19 de abril a los ayuntamientos de la demarcación que valoren el estado de sus abastecimientos y la necesidad de tomar medidas de ahorro, tales como limitar usos no esenciales (baldeos fuentes públicas, riego...).