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Hay parejas para las que la convivencia resulta un infierno. Al principio, miel sobre hojuelas, pero el tiempo avanza inexorable y aquellos puntos de vista unánimes se van erosionando sin remedio. Así que deciden separarse de mutuo acuerdo. Y la sorpresa es que, alejados, sin tan estrecho contacto, sus relaciones recuperan la concordia perdida durante la desastrosa cohabitación.
Algo así está ocurriendo en el sector riojano del champiñón. Eurochamp y Riberebro se unieron en gozosa alianza en el 2011 y, aunque los primeros roces ya surgieron hace cinco años, no ha sido hasta el 2020 cuando el conflicto ha estallado, generando una convulsión que supera al propio sector y amenaza a la economía regional pues, no en vano, es la rama agroalimentaria con mayor peso en el PIB riojano, solo por detrás de la vitivinicultura. Tampoco resultan baladíes las cifras de empleo y de negocio que mueven, su peso en las exportaciones y su aportación decisiva para favorecer el asentamiento de la población en La Rioja Baja.
Como en muchos casos que terminan en divorcio, el detonante del conflicto fue la entrada de un tercero en el 2015, que alteró la relación entre Eurochamp y Riberebro: La Caixa (hoy CaixaBank) se hizo con la mayoría del accionariado de la comercializadora y distribuidora. En realidad, la entidad financiera ya formaba parte del negocio, con el 20%, pero ese ejercicio lo amplió hasta el 60% (con los años, el 80%).
14 millones le costaría a Eurochamp comprar la comercialización a Riberebro
26,5 millones es el importe que exigen los cultivadores a la firma alfareña en la demanda civil
4,5 millones es lo que, aseguran los socios de Eurochamp, les adeuda Riberebro
Los cultivadores y transformadores apreciaron un cambio en el status quo que hasta ese momento mantenían con Riberebro que empezó a tratarles, según sostienen, «como a proveedores y no como a aliados», aplicando «una política salvaje». Así, las decisiones «se dejaron de tomar de forma colaborativa» y Riberebro «exigió» a Eurochamp producir «un nivel medio de calidad baja a un precio el 50% inferior del producto standard». Eso derivó en una «asfixia financiera» para los agricultores, ya que los costes de producción siguieron siendo «los mismos», pero los ingresos empezaron a «caer» de «forma importante». Ante la gravedad de la situación, Eurochamp amenazó con judicializar el conflicto.
En su descargo, Riberebro (de cuyo accionariado salió CaixaBank en enero de este año) alegó que, según las 'capitulaciones matrimoniales' (los acuerdos suscritos en la alianza), los cultivadores «están comprometidos a producir lo que el mercado pide», que es quien, además, «pone los precios más bajos para la conserva, que descienden en torno al 1,5% anual», mientras que los del producto fresco, «que es el futuro del sector con crecimientos del 10%, sí suben».
Ante estas discrepancias, las partes intentaron un 'divorcio' amistoso. Así, Eurochamp planteó hace dos años a Riberebro adquirirle la línea de negocio de champiñón transformado por 17,1 millones de euros (el importe bajó posteriormente a 14 millones al cerrar la fábrica conquense de Iniesta que tenía alquilada). El objetivo de esta operación era, por tanto, recuperar la comercialización que le cedió en el 2011. Al mismo tiempo, la empresa solicitó en mayo del 2019 al anterior Gobierno de La Rioja que declarase su proyecto inversor de Interés Estratégico Regional con el fin de conseguir un aval de seis millones de euros por parte de la Administración riojana, aunque la declaración por sí misma no implicaba que la Comunidad tuviera que conceder esa garantía.
56 millones de kilos de producción anual: 40 en conserva y los 16 restantes, en fresco
800 empleos directos mueve el champiñón, así como otros 2.000 indirectos
250 millones de euros es la cuantía a la que asciende la facturación anual del sector
El Ejecutivo del PP aprobó la declaración en agosto pasado teniendo en cuenta cuatro factores: la importancia del champiñón dentro de la agroalimentación riojana; la incidencia del sector en el asentamiento de población en La Rioja Baja (en particular en Pradejón, Autol, Ausejo y El Villar de Arnedo); la implicación de los promotores y la viabilidad económica y financiera del plan.
Pero el posible respaldo económico del Gobierno que esperaba la cooperativa no llegaba, así que Eurochamp presentó en junio una demanda civil contra Riberebro para reclamar 26,5 millones de euros: 22 millones correspondientes a una indemnización por incumplimiento de contrato y otros 4,5 por cantidades que Riberebro habría dejado de pagar a Eurochamp (3,5 millones en el año 2019 y un millón este año. Una deuda que la comercializadora negó tener contraída. Además Riberebro reveló que, llegado el plazo para que los cultivadores ejecutasen la operación de compraventa, Eurochamp «notificó sorpresivamente que no tenía dinero suficiente, circunstancia que generó y sigue generando desconcierto».
A estas alturas de enconado enfrentamiento 'conyugal' no sorprende que una de las partes perdiera la serenidad: los cultivadores iniciaron una campaña de protestas. La primera movilización tuvo lugar el pasado 9 de julio. Convocados por Unichamp Compost SAT, una de las cooperativas de Eurochamp, se concentraron frente a la sede de Riberebro. La siguiente, ocho días después, ante la sede de Caixabank en la calle Vara del Rey de Logroño, por «huir» de Riberebro.
El penúltimo episodio de esta tormentosa ruptura se vivió en sede parlamentaria el 24 de septiembre. El Gobierno confirmó el peor de los escenarios: la declaración de interés regional había decaído, lo que envisca la pugna entre dos empresas, no hace tanto, hechas la una para la otra.
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Clara Alba y José A. González
Alberto Gil | Logroño
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
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