Campo de cereal en Huércanos, este lunes. Sonia Tercero

Los cerealistas de secano dan por perdida la mitad de la cosecha a causa de la sequía

Extensas zonas de Rioja Alta y Baja han sufrido la falta de precipitaciones en primavera y las altas temperaturas

Víctor Soto

Logroño

Martes, 7 de mayo 2024, 07:09

Los cerealistas de La Rioja vislumbran otra campaña complicada. Después de un año a cero a causa de la sequía, los fantasmas vuelven a aparecer en el horizonte. Cuando parecía que el año podía ser positivo, con trigos, cebadas o triticales lustrosos en enero y ... febrero, las tradicionales lluvias de primavera no han llegado o lo han hecho de manera residual. Y eso se nota en las espigas, que están granando menos o cuyos granos no engordan.

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Aunque es pronto para hacer estimaciones, desde el sector se habla de aspirar a una media cosecha, con lugares como Treviana, Ochánduri, Leiva, San Millán de Yécora, pero también Galilea o el valle de Ocón especialmente afectados.

Que esas malas expectativas se confirme pasa por que siga sin llover con fuerza y por que se cumplan las previsiones meteorológicas de esta semana, con tres jornadas en la que se prevé que los termómetros alcancen los 25 grados y lleguen a rozar los 30. «Puede ser la puntilla de la cosecha», sentencia Óscar Salazar, cerealista de Foncea y presidente de UAGR. «Hay parcelas que no tienen solución, en algunos casos, pueblos enteros», añade Salazar.

«Zonas de secano que solían dar los rendimientos más altos, como Foncea, Fonzaleche, Treviana… están sufriendo una merma muy importante», asegura Igor Fonseca, secretario general de Arag-Asaja. «Son localidades en los que los agricultores se dedican en exclusiva al cereal y la situación resulta muy comprometida», incide.

El cereal de regadío podrá librar, aunque con los precios de mercado Salazar y muchos agricultores se preguntan si resulta rentable. «El trigo ha bajado el 40% en los dos últimos años, está entrando cereal de Ucrania sin aranceles, la sementera ha sido la segunda más cara de la historia, se han rebajado las ayudas de la PAC…», desgrana. Néstor Alcolea (UPA) también comparte que la situación del cereal es crítica: «Si sigue lloviendo algo podemos aspirar a media cosecha, pero hay muchas parcelas perdidas». El año pasado se obtuvieron ayudas especiales por la sequía y Alcolea confía en que se repitan porque «la situación no es mucho mejor», aunque algunos lugares de La Rioja ven el panorama con un poco más de optimismo, por ejemplo, en la zona del Iregua o el Leza.

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Desde la Consejería de Agricultura se señala que, aunque es pronto para un análisis, ya es posible hablar de «una reducción de rendimientos en todas las comarcas».Además, en un momento de «máxima exigencia hídrica» en el que la lluvia no llega, el vaticinado calor de esta semana elevaría el riesgo de asurado (el calor impide a la planta llevar agua al grano, que detiene su maduración y se arruga). Si se produce este fenómeno, los daños «serían elevadísimos, pudiendo llegar al 100%».

«Las zonas con rendimientos más altos están sufriendo una merma muy importante»

Igor Fonseca

Arag-Asaja

«La Consejería solo piensa en solucionar los problemas de las grandes bodegas»

Óscar Salazar

UAGR

«La actual situación no es mucho mejor que la del año pasado»

Néstor Alcolea

UPA

Los más afectados por la sequía ya han empezado a moverse. «UAGR pidió el año pasado que se compensase con el seguro y lo hemos vuelto a plantear. No nos han contestado», incide Salazar. «Por ejemplo, Castilla y León, al ver que no se cubrían los costes de producción, suplementó un 25% para compensar la franquicia», añade. La Rioja, lamenta, «no hizo nada». «La Consejería solo piensa en el vino, concretamente en solucionar los problemas de las grandes bodegas. A los cerealistas nos tiene abandonados», denuncia.

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Mientras, para Fonseca, lo necesario ahora es «una evaluación correcta mediante un informe técnico». Habla de un plazo de unos diez días para poder saber exactamente cómo va a ser la cosecha. «Pedir una ayuda de carácter general, a día de hoy, sería precipitado. Pero sí hay que ver zonas o localidades, porque en algunas las pérdidas son grandes», abunda.

Agricultura reconoce que si se produce un daño severo en algún cultivo o en zonas específicas estudiaría la situación, pero que el Ministerio, como ya hizo el pasado año, deberá intervenir si la sequía golpea a diversas comunidades. Precisamente el Ministerio de Agricultura informó ayer de un paquete extra de ayudas a 17 agricultores riojanos por un importe de 18.320 euros que elevan los beneficiarios de las ayudas por la sequía y la guerra de Ucrania a 1.350 titulares de explotaciones y las ayudas, a 1,65 millones.

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