Un centenar de personas se moviliza en Logroño en un arranque de la huelga de transporte con escaso impacto

A la altura de Salustiano Olózaga, antes de llegar a Avenida de la Sierra, un mando de la Policía Nacional ha ordenado paralizar la manifestación para preguntar a los responsables sindicales cuáles eran sus intenciones con la movilización porque «no hemos sido informados y tengo que saber qué efectivos voy a necesitar». El intercambio de impresiones sirvió para que los manifestantes llegaran hasta la rotonda de Chile controlados por los Cuerpos de Seguridad -también había policías locales para regular el tráfico- y una vez allí finalizaran su recorrido. La Policía Nacional identificó a un representante de cada sindicato, como responsables de la movilización, y trasladará esa información a la Delegación de Gobierno, que decidirá si abre algún tipo de expediente o impone alguna sanción.

Pero la huelga ni mucho menos se detiene «y seguimos adelante, tenemos que obligar a las patronales a sentarse a negociar», ha asegurado Nuria Vicente, representante de CC OO. Es el principal objetivo que buscan las centrales sindicales, que tanto la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) en La Rioja como Atradis (integrada en la Federación de Empresas de La Rioja) muevan ficha y den el paso de negociar un nuevo convenio, después de que el anterior -firmado para el periodo 2016-2020 pero que seguía vigente- fuese anulado en junio de este año por una resolución judicial. CETM recurrió ese acuerdo laboral argumentando que las partes firmantes no estaban legitimadas y el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja le dio la razón. Y ahora esta organización y Atradis mantienen una disputa, un «juego de tronos» como lo ha definido Vicente, que aboca a 2.500 trabajadores de transporte y logística de la comunidad a una «inseguridad brutal. Hay gente que ya está recibiendo amenazas».

Este sector es «esencial para el ciudadano», ha reconocido Nuria Vicente, «porque estamos hablando de transportar productos de alimentación, de farmacia y de otro tipo, todos ellos necesarios para nuestro día a día». Y por ello considera que los trabajadores «tienen que sentirse importantes y con la fuerza suficiente como para decir a sus empresas y a las patronales que tienen que negociar un convenio para tener una cobertura, no perder derechos y no retrotraernos al escenario de 2015 cuando estamos casi en el año 2024».

'Salario o conflicto', 'Que viva la lucha de la clase obrera', 'La patronal no paga mi jornal' o 'Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga' han sido algunas de las consignas coreadas durante la manifestación por las calles de Logroño. En los polígonos industriales tanto de la capital, como Cantabria o La Portalada, como de otras zonas de La Rioja, como El Sequero por ejemplo, no se han registrado incidencias, también porque el tráfico de camiones en un domingo es muy escaso. «Y quienes querían evitar problemas, los habían dejado aparcados en pueblos de Navarra, como Los Arcos, para salir desde allí», han señalado algunos de los manifestantes.

Portavoces de las patronales coincidían ayer por la tarde en la ausencia prácticamente absoluta de paros «y las empresas que han tenido que trabajar este domingo lo han hecho con total normalidad». Asumen, eso sí, que el lunes la situación puede cambiar «pero estamos a la espera de acontecimientos».