Castresana apuesta por un crecimiento no sólo económico, «sino social y sostenible»

En su primera comparecencia en el Parlamento regional para exponer cuáles serán las políticas que ejecutará su departamento, Castresana explicó este viernes que la región encara el 2020 «lejos de la posición» de liderazgo que esperaba alcanzar ese año, conforme al plan estratégico que se había impuesto. Entonces se cruzó una crisis, y ahora se avecina una segunda pero, «con independencia de cuál sea el ciclo económico, tenemos capacidad para detectar las oportunidades y crecer a un ritmo comparable al de las regiones del valle del Ebro y las más avanzadas del resto de España y de la UE».

Para conseguir ese fin, la Ader, como «brazo ejecutorio» de las políticas de la Consejería, «se reestructurará y actuará de forma muy cercana a las empresas, adoptando medidas flexibles cuando las necesiten, acortando los plazos de concesión de ayudas y aprovechando los recursos de forma eficiente». Todas las actuaciones «se basarán en datos y análisis científicos», y la economía estará «monitorizada» y «se reindustrializará» como premisa necesaria para lograr «un empleo y unos salarios altos». Como palancas de ese desarrollo serán fundamentales «una industria turística de pernoctaciones, no de excursión», la digitalización de la sociedad, la universidad y su interactuación con el sector privado, y la paz social, «que favorece inversiones a largo plazo». En este sentido matizó que el Gobierno que preside Concha Andreu «no renunciará a captar nuevas inversiones, pero considera preferible centrarse en las cadenas de valor» ya existentes.