El castillo de Jubera ingresa en la lista roja

«En su día, en la Transición, al enajenar el Estado inmuebles lo compró una familia de Jubera que luego emigró a Alemania, aunque sé que parte de ella regresó después», cuenta el alcalde de Santa Engracia, Óscar Fernández. Antes de eso, en el siglo XIX fue rehabilitado en parte después de los daños sufridos durante la I Guerra Carlista. Desde entonces no ha tenido más intervenciones, solo una señalización turística que informa de cómo llegar hasta él.

«Es el elemento patrimonial más importante del valle, se ve desde que dejas Ventas Blancas», reconoce Óscar Fernández. El alcalde admite su interés en que la fortaleza, al menos, se consolide y no se deteriore más. «Hace tiempo ya nos informamos y la tramitación seria instar a conservar el castillo o, si el propietario no dispone de recursos, realizar una expropiación, lo que obliga a la Administración pública a actuar en un periodo de tiempo, y como el Ayuntamiento no disponía de presupuesto suficiente para acometer esa inversión, y, además, teníamos otras prioridades, no seguimos adelante», recuerda Óscar Fernández.

No obstante, el devenir de los últimos años ha cambiado la situación. «Ahora que ya vamos solucionando los servicios fundamentales de las aldeas, como es el suministro de electricidad y el abastecimiento de aguas, y parece que las energías renovables van a suponer una fuerte inversión en nuestro territorio, así que quizá podamos tener capacidad para complementar una subvención. Interés sí tenemos», anuncia el alcalde de Santa Engracia.

El camino, eso sí, es largo, aunque parte, la información sobre el modo de actuar, ya está hecho. «Hubo conversaciones con Cultura, pero la premisa es que pase a dominio público por cesión o venta, pero con el compromiso de actuar, porque eso es un pozo sin fondo, así que si no hay un compromiso fuerte, no podemos meternos en esa inversión», advierte Óscar Fernández.