Carmen Ruidíaz releva a Gómez Trinidad en la Alta Inspección de Educación

Aunque la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa tuvo lugar a comienzos de junio y, en consecuencia, generó a partir de entonces una cascada de nombramientos en la Administración del Estado, el relevo en la Alta Inspección educativa se ha demorado unos meses, hasta que la llegada de Ruidíaz completa el capítulo de designaciones potestativas del delegado del Gobierno.

La Alta Inspección del Estado forma parte del área menos conocida de la Administración: aquella que todavía, pese a la descentralización acometida con la España autonómica, reserva al Gobierno central ciertas atribuciones en el ámbito regional, dirigidas en el sector educativo a menesteres de tipo esencialmente burocrático.

Homologación de títulos y estudios extranjeros, reconocimiento de equivalencia de estudios extranjeros y otros pormenores del mismo signo, que hasta ahora eran competencia de Gómez Trinidad, exdirector general de Educación en el Gobierno de La Rioja (con Luis Alegre como titular del departamento) y diputado en el Congreso entre los años 2008 y 2011.

Con Gómez Trinidad abandona también la Delegación Paloma Caballero, a quien reemplazará como alto inspector Gregorio Ruiz, hasta ahora profesor del IES Celso Díaz de Arnedo.

El nombramiento de Carmen Ruidíaz sirve para completar el equipo que rodea a José Ignacio Pérez en el edificio del Espolón logroñés. Recién llegado a su cargo, designó a Sara Orradre y Carmen Fernández como asesoras; la primera, encargada además de las labores de comunicación. Poco después, se incorporó a la Delegación del Gobierno el alcalde de Badarán, Francisco Javier Ibáñez, encargado de las relaciones con La Rioja municipal y el medio rural.