Ana, en la sede de Cáritas en la capital riojana. JUSTO RODRÍGUEZ
Ana, 37 años | Usuaria de Cáritas

«Con cuatro hijos y mi sueldo de 1.100 euros no podía llegar a final de mes porque el alquiler era ya de 570»

Tuvo que llamar a las puertas de la entidad el pasado año porque, pese a contar con trabajo estable y un sueldo de 1.100 euros, no llegaba a fin de mes

Martes, 12 de diciembre 2023

Intenta sonreír, pero le cuesta. Trata de ser optimista, pero es imposible. Ana, de 37 años y con cuatro hijos menores, de 13, 11, 5 y 3 años, vive la peor pesadilla de una madre, un mal sueño al que, de momento, ha podido ... ahuyentar gracias al apoyo de Cáritas La Rioja.

Publicidad

Tuvo que llamar a las puertas de la entidad el pasado año porque, pese a contar con trabajo estable y un sueldo de 1.100 euros, no llegaba a fin de mes, ya que el alquiler de la vivienda se llevaba más de la mitad del salario, 570 euros mensuales. «Yo me veía ya en la calle, debajo del puente con mis niños, porque mi pareja no puede trabajar, ya que, aunque tiene tarjeta de residencia todavía no le han dado permiso de trabajo».

«Vine a Cáritas, ellos me abrieron la puerta, me brindaron la ayuda y me dieron un piso temporal, al que entré el 15 de julio del año pasado. Han sido unos ángeles en mi camino», asegura con rotundidad.

LA AYUDA

««Vine a Cáritas, me abrieron la puerta, me ayudaron y me dieron un piso temporal. Han sido unos ángeles en mi camino»

LO MÁS DOLOROSO

«Es muy duro no llegar, no poder darles a mis hijos lo que necesitan. Es terrible con los cuatro, sobre todo con los pequeños»

Las cosas empeoraron aún más en noviembre del pasado año cuando la empresa en la que trabajaba decretó un despido colectivo. «Me quedé sin trabajo y me fui al paro, tenía un año, pero no encontré trabajo hasta junio de este año, pero en agostó cerró la empresa por vacaciones, pero en septiembre ya no me volvieron a llamar porque había bajado la producción y me quedé de nuevo sin empleo, pero sin ya subsidio de paro», prosigue su relato.

Ahora, con una ayuda mensual de 480 euros, su presente y su futuro inmediato dependen todavía de Cáritas La Rioja. «Sigo en el piso que me cedieron y estoy muy agradecida porque solo me piden que abone los gastos de consumo de agua y luz y, además, me dan alimentos», explica con la tristeza en unos ojos que pronto se anegan en lágrimas al hablar de sus hijos. «Llegan del colegio a comer, luego a merendar y a cada momento están pidiendo comida. El bebé me pide yogur, colacao, galletitas... Es muy duro no llegar, no poder darles lo que necesitan», confiesa. «Es terrible con los cuatro, pero sobre todo con los más pequeños, el de 5 y el de 3 estaban el otro día apuntando sus nombres en unos folletos de juguetes que les habían dado y marcaban los que más les gustaban, pero...», asegura con la voz entrecortada.

Publicidad

Pese a todo no se rinde y confiesa tener más esperanza que miedo: «Estoy en todas las empresas de trabajo de trabajo temporal, porque he enviado a todas mi currículum, pero está difícil porque me dicen que este mes es un poco flojito, ya que algunas empresas cierran por la temporada navideña y que hasta después de Reyes no se empieza a ver si necesitan personal».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad