Nave de barricas de una bodega riojana. RODRIGO MERINO

Capellán no oculta su preocupación pero recuerda que ya hubo aranceles en 2019

El Consejo Regulador insiste en negociar hasta el último momento la exclusión de espirituosos y vino de la lista arancelaria en ambos bloques

La Rioja

Jueves, 3 de abril 2025, 20:11

El presidente del Gobierno de La Rioja Rioja, Gonzalo Capellán, manifestó este jueves en Madrid, donde participó en un foro económico, su «preocupación» por ... los aranceles de Donald Trump a los productos europeos, aunque aseguró que mira con «serenidad y tranquilidad» la guerra comercial porque los vinos riojanos «de calidad están muy asentados» en el mercado de EE UU. Además, ha garantizado que su gobierno trabajará para «potenciar otros mercados alternativos».

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El mandatario riojano señaló que «una política arancelaria de ese tipo es negativa», pero también dijo que «hay que tener la tranquilidad de analizar datos: al final, los aranceles son de un 20% y vivimos ya unos aranceles en 2019-2020 del 25% y solo para España, no para otros competidores europeos que exportan vino como Italia. Por lo tanto, debemos jugar en este terreno, nos guste o no, que es el del mercado». Capellán explicó que, según los datos del anterior mandato de Trump, que fueron «años críticos, se siguieron vendiendo 10,5 millones de litros en Estados Unidos». Y añadió que en 2024, pese a la «contracción» del consumo de vino, salieron al mercado «328 millones de botellas con el nombre Rioja». «Lo miramos con preocupación, pero con la serenidad y la tranquilidad de que tenemos unos vinos muy asentados, de calidad, con un mercado donde estamos muy introducidos, y con la esperanza de, con ese reto importante que nos marcan los aranceles, seguir siendo competitivos y seguir haciendo que el vino Rioja se beba en Estados Unidos».

El presidente riojano lamentó la «incertidumbre» generada por los aranceles de Trump y avanzó que la próxima semana habrá una reunión con los sectores empresariales de la comunidad afectados por los aranceles. «La administración está para ayudar siempre a las empresas a seguir creciendo, porque generan economía, empleo y desarrollo. Y a partir de ahí, también potenciar otros mercados alternativos y, sobre todo, seguir haciendo que la innovación y la apuesta por la competitividad sea la base de la internacionalización de las empresas», concluyó.

«Una política arancelaria es negativa pero ya vivimos unos aranceles del 25%»José Luis Lapuente

Gonzalo Capellán

Presidente de La Rioja

Negociaciones

Por su parte, José Luis Lapuente, director general del Consejo Regulador, señaló que los aranceles son «un paso más en la dirección equivocada». «No compartimos el análisis de la 'pizarra' de la administración estadounidense y lo que tenemos claro es que no van a conseguir los objetivos de regeneración productiva y autonomía y soberanía económica pretendida». «Cuando hablamos de un producto como el vino de Rioja –continúa Lapuente–, difícilmente puede ser sustituido por una alternativa genérica, por lo que generará pérdida de empleo y empobrecimiento, tanto aquí como allí».

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El dirigente del Consejo Regulador considera en cualquier caso que «aún hay margen para la negociación y, de hecho, estamos promoviendo a través de las organizaciones que nos representan a nivel internacional el desarme arancelario de vinos y espirituosos en ambos bloques, es decir, en EE UU y en la Unión Europea».

Consejo Regulador

«Aún hay margen y promovemos el desarme arancelario de vinos y espirituosos»

Lapuente entiende que «si no hay negociación podemos entrar en una escalada de medidas y contramedidas que nos sacarían del mercado y EE UU es importante, incluso estratégico para nosotros, por lo que vamos a internar preservarlo como sea».

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En similares términos, el Grupo Interregional del Vino del Comité Europeo de las Regiones secundó este jueves la petición del Gobierno de La Rioja para que el sector vitivinícola quede excluido de la guerra arancelaria con Estados Unidos.

ARAG-Asaja

La preocupación por una guerra arancelaria trasciende del ámbito empresarial y se instala también en el sector agrario. En este sentido, el presidente de ARAG-Asaja Eduardo Pérez-Hoces, reclama igualmente que «el sector primario no sea moneda de cambio ante las guerras geopolíticas».

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ARAG-Asaja se muestra «totalmente en contra de los aranceles, ya que una vez más el sector primario se ve afectado por una guerra geopolítica tal y como ya sucedió en la anterior legislatura del presidente Trump». «Estas medidas afectan al vino, al aceite, a sectores como los cítricos o las carnes, pero al final también se ve afectados sectores como el trigo, el maíz o la soja», denuncia.

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