Del campo de las relaciones laborales

A Sara Alba ya le ha tocado lidiar con plantillas nutridas, aunque no tanto como la del Seris. En sus manos recayó, durante la Alcaldía de Tomás Santos, para quien ella constituía «un fichaje extraordinario», la concejalía de Personal en una administración, la logroñesa, que tiene empleadas a cerca de 900 personas. Y tuvo gente en la calle manifestándose. Había promesas pendientes y llegaron la crisis y las congelaciones. En aquella etapa le tocó también impulsar las nuevas tecnologías y de entonces son las primeras zonas wifi de la ciudad. No salió la tarjeta ciudadana. Aún a veces hay quien la propone. Y antes aún Alba, licenciada en Relaciones Laborales, fue técnico de APIR e incluso recibió en 2006 una distinción del Ministerio de Sanidad, la orden de Alfonso X El Sabio.