Los campings ofrecen la cara positiva en el sector turístico riojano

El presidente de la Asociación de Campings de La Rioja y gerente de los de Bañares y Navarrete, Jon Salgado, confiesa que a su sector también le afecta la incursión en el negocio de las viviendas turísticas, aunque más en otras épocas del año, como el invierno, que en verano. «Al final, los servicios que ofrecemos son los que resultan atractivos para el cliente», especifica Jon Salgado. Y es que un camping como el de Bañares, con unos 180.000 metros cuadrados y capacidad para 2.400 personas, son auténticos municipios privados, con cafeterías, restaurantes, parafarmacia, médico, supermercado, piscinas, parques, seguridad, programa de animación...

En líneas generales, los campings ofrecen una cara positiva en el sector turístico riojano. El año 2017 fue «histórico» y aunque este 2018 no lo superará, también será bueno. Durante el puente de San Ignacio, por ejemplo, el Camping de Bañares estuvo completo, y hasta el puente de la Asunción la ocupación se mantuvo entre el 85 y el 95%. Los clientes habituales son las familias que permanecen una semana, sobre todo de País Vasco, aunque desde el año pasado han aumentado los clientes riojanos. También han incrementado los turistas ingleses y franceses, sobre todo de la zona de Las Landas, zona tradicional de campings, mientras que han descendido un poco los holandeses.

Consultada la valoración con otros campings de La Rioja como el de Haro y Berceo, la visión general es que «se ha notado una bajada por cómo han caído los puentes este año (el miércoles la festividad de la Asunción), pero está yendo muy bien; por ejemplo, desde julio hasta finales de agosto el servicio de 'bungalows' lo tenemos completo», advierte el presidente de la Asociación de Campings de La Rioja. Incluso, a principios del mes de julio, todo parecía que iba a resultar mejor que el año pasado, al menos en el camping de Navarrete, hasta su inundación.

La fuerte tormenta del segundo fin de semana de julio en el área metropolitana de Logroño obligó a desalojar a un centenar de personas en el camping de Navarrete. «Hasta entonces, íbamos hasta mejor que el 2017 pasado, que fue 'top', el mejor de los últimos años en el sector del camping», recuerda Jon Salgado. Los trabajos de limpieza y reacondicionamiento de las instalaciones de Navarrete provocaron un descenso de la clientela y es ahora cuando el negocio está empezando a remontar.