En enero, La Rioja batió su récord de calor y en febrero, mientras, se están superando en cinco grados las medias normales de temperatura. Los inviernos son, en la práctica, cada vez más cortos y la primavera llega antes, una circunstancia que también tiene su ... traslado a esas temidas alergias que llenan de picores los ojos, de mocos la nariz y de estornudos la boca. «Efectivamente, se están adelantando», sentencia Cristina Ibáñez, especialista en Otorrinolaringología.
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Sobre los motivos que explican ese adelanto, la otorrino enumera varios: el aumento de las temperaturas, la sequía y el incremento de dióxido de carbono. «De hecho, se estima que con el cambio climático la primavera se está adelantando a razón de cinco días por década», destaca Ibáñez. «Y eso favorece al adelanto de la floración, por lo que sube también la polinización y estamos más expuestos a los alérgenos», añade.
La primavera se adelanta y también lo hacen las consultas sobre alergias en los centros de salud y hospitales. «Normalmente, la alergia era una patología que nosotros valorábamos desde abril hasta junio, pero ahora estamos viendo que hay pacientes que vienen a las consultas en marzo o incluso en febrero», asegura Ibáñez, quien resalta que esta situación no es exclusiva de este año en el que se están observando temperaturas anómalas (por elevadas) en los primeros meses del año, sino que se trata de una tendencia. «Ya llevamos por lo menos una década viendo esta evolución», afirma la otorrinolaringóloga. Progresión que sí disfrutó de un descanso durante la pandemia. «Esos años nos dejaron descansar porque el uso de la mascarilla disminuía el riesgo de estar en contacto con los alérgenos», analiza Ibáñez. «Y ahora, que ya no estamos en pandemia, volvemos a ver cómo la primavera se está anticipando», apuntilla.
Las alergias vienen antes, pero ¿llegan también con más virulencia? La otorrino responde: «Cada vez son más potentes y se está viendo la necesidad de tomar medicamentos con más frecuencia». Según cuenta, años atrás al paciente «le bastaba» con tratamientos tópicos. «Y ahora ha de recurrir a antihistamínicos o incluso a la inmunoterapia, es decir, a las vacunas», resalta la especialista.
Cristina Ibáñez
Otorrinolaringóloga
En cuanto a los síntomas que presentan los afectados, la otorrino del SERIS destaca los asociados a la rinitis alérgica: congestión nasal, lagrimeo ocular, lagrimeo nasal y picor de ojos y nariz. «El asma también está aumentando su prevalencia», apostilla antes de indicar que más de 500 millones de personas en el mundo sufren la citada rinitis alérgica.
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Los pólenes del ciprés, el platanero y los olivos son los que, según Ibáñez, más alergias provoca. En ese sentido, los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica revelan valores muy altos del polen procedente de las cupresáceas (ciprés) durante el último mes, tanto que ha habido días en el que el nivel de alerta ha sido alto, situándose en 174 granos por metro cúbico. Unos niveles que, por ejemplo el año pasado, no se alcanzaron hasta entrado marzo. También las urticáceas han presentado valores elevados y, en ese sentido, Ibáñez destaca la importancia de que cada paciente conozca a qué es alérgico exactamente. «Nos permite poder darles unas medidas higiénicas para evitar, en la medida de lo posible, el contacto», concluye.
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