Jesús Leorza, ayer en El Espolón. JUSTO RODRÍGUEZ

«Si algo no ha cambiado en la Cabalgata, son las caras de los niños»

Jesús Leorza | 43 años en la Cabalgata de Logroño

África Azcona

Logroño

Miércoles, 5 de enero 2022, 01:00

Los Reyes Magos han utilizado diferentes medios de locomoción para desfilar por las calles de Logroño: caballos, camellos y las actuales carrozas. Incluso un año se planteó utilizar elefantes, pero finalmente se impuso la cordura. «Se vio que era arriesgado». Lo recuerda bien Jesús Leorza, ... con 43 'cabalgatas' a sus espaldas. Generaciones enteras lo habrán visto desfilar con la Agrupación Musical de Logroño tocando la trompeta, primero, y el trombón, después. Dejó la Banda hace dos años («hay que dar paso a los jóvenes»), pero no ha sido capaz de abandonar el desfile real. «Llevo dos años siendo voluntario, lo he vivido desde muy joven y no puedo dejarlo». Aunque sencilla, este logroñés, de 63 años, afirma que cuando él llegó el desfile ya se hacía con toda dignidad. «Era impresionante la gente que se amontonaba en la calle». Y, si bien en estas últimas décadas ha progresado, hay algo que, asegura, no ha cambiado para nada: «las caras y las sonrisas de los niños, esto era así hace cuatro décadas y lo es ahora... se vuelven locos cuando nos ven».

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En los recuerdos de Jesús, en torno a 1975, no proliferaban los voluntarios como ahora, el protagonismo lo asumían sobre todo los pajes, hasta diez por rey. «El sitio para vestirse era las escuelas Trevijano y una plazoleta donde los antiguos bomberos», recuerda. «Desde que llegaron las carrozas nuestra gran preocupación ha sido que los niños no se metieran debajo de las ruedas para coger caramelos», tercia Santos Presa, de 63 años, que sabe de lo que habla. Como Jesús, los dos la Rondalosa, forma parte de la Cabalgata que organiza Radio Rioja desde los años 70.

Aunque no se ponían los paraguas como ahora, en aquellos años también se repartían caramelos. También se empezaban a echar desde el parque de La Cometa y a veces al final del trayecto ya no quedaban. Eran años en los que se veían muchos carritos de niños y no tantos móviles, aunque también se veían cámaras inmortalizado uno de los actos más concurridos de la ciudad. «Ni en Semana Santa se ve tanto público», señala Jesús Leorza, miembro fundador de la Peña Rondalosa, implicada desde sus inicios en el desfile. En sus 43 años, Jesús ha conocido unos cuantos reyes, aunque no tantos como pudiera parecer. «La mayoría dura mucho tiempo, para ellos es un honor, les he llegado a ver muy emocionados.., son queridos a partes iguales, pero quizás Baltasar más». Entre las anécdotas, menciona «algún que otro susto de algún caballo que se ha puesto nervioso, pero sin legar a más, siempre va alguien sujetándolo», y si hay algo que no logra superar son las bajas temperaturas. «¡Qué años de frío hemos pasado, nos congelábamos mientras veías a los chavales tan campantes!». Entonces como ahora el acompañamiento musical ha sido fundamental. «El repertorio siempre ha sido el mismo, los villancicos más conocidos». Desde hace unos años salen al principio «es mejor, porque hay menos ruido». Antes cerraban con los Bomberos. «Hasta que no pasábamos no se movía nadie».

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