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Aunque no se cumplieron las profecías más apocalípticas, que vaticinaban temperaturas de 40 grados en la ribera riojana del Ebro, los termómetros salieron disparados este lunes desde primeras horas del día. Antes de que el cierzo entrara y barriese el sofoco, hubo pocos ... lugares en la región que se libraran de la sensación de ahogo, agudizada este año por la obligación de llevar mascarilla. Haro se alzó con el triunfo en esta enloquecida carrera por marcar la máxima de la jornada. A las 17.30 horas, cuando el sol caía de plano y apenas corría una brizna de aire, la ciudad jarrera marcó 38,8 grados. Fue la máxima más rotunda de todas las que se registraron este lunes en La Rioja, aunque a esa misma hora el aire también ardía en Alfaro (37,5º), Calahorra (37,3º) y Santo Domingo de la Calzada (35,5º). A Logroño el pico de calor llegaba un poquito más tarde, a las 19.00, y dejaba el mercurio en unos sofocantes 36,9º, según recogía la estación ubicada en el SOS Rioja. En el aeropuerto de Agoncillo, no obstante, se apuntaban 38,2º.
Logroño (aeropuerto) Máxima: 38,2º; mínima, 16.4º
Nájera Máxima: 37,1º; mínima, 15.7º
Alfaro Máxima: 37,6º; mínima, 16.9º
Santo Domingo Máxima: 35,5º; mínima, 15.3º
Haro Máxima: 38,8º; mínima, 15.5º
Anguiano Máxima: 32,5º; mínima, 14.6º
Cenicero Máxima: 36,5º; mínima, 17.1º
Enciso Máxima: 33,1º; mínima, 15.4º
Ni siquiera en la sierra tuvieron este lunes un respiro en las horas centrales del día. De la veintena de estaciones meteorológicas repartidas por todo el territorio riojano, solo en las más elevadas se registraron valores máximos inferiores a los 30 grados. Así sucedió en el Alto de Moncalvillo (27,6º) y en Santa Marina (29,3º); ambos enclaves muy por encima de los mil metros. Ni en Yerga (30.3º) ni mucho menos en Ezcaray (33º) aflojó la canícula.
El calor extremo acabó engendrando una violenta tormenta en a algunos puntos de La Rioja. En Logroño empezó a caer agua sobre las ocho de la tarde. El viento y la súbita borrasca -donde la hubo- refrescaron algo el ambiente. En Haro la temperatura cayó diez grados en poco más de una hora (de 38,3º a 27,9º) y en la capital riojana, donde se recogieron 0,6 litros por metro cuadrado, en quince minutos se bajó de los 36º (20:00) a los 29,3º (20:15).
La última semana de julio, tradicionalmente la más calurosa del verano («la canícula de Santiago» es expresión repetida en muchos pueblos), se convertirá en una montaña rusa de temperaturas y en una amenaza para todos aquellos que sufren en sus cuerpos las variaciones bruscas de tiempo. El cierzo traerá aparejado este martes un notable descenso de las máximas, que apenas superarán los 30 grados en el valle. Será apenas un respiro. Tras una jornada de transición con ligeras subidas (miércoles), las previsiones anuncian nuevos episodios de calor tórrido para el jueves y viernes, con los termómetros de nuevo rondando la cota fatídica de los 40 grados.
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