Calimocho

Domingo, 15 de noviembre 2020, 10:44

Empezó el juicio de los 'payasos justicieros' y corrimos al archivo a refrescar toda la información. Buscamos en las carpetas del servidor aquellos meses de verano del año 2018, clic con el ratón, y ahí estaban: coches en llamas, garajes calcinados, luego la detención y ... por último la rueda de prensa que ofreció la Policía Nacional.

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Mirar ahora el archivo de nuestros programas es desconcertante. Está la gente sin mascarilla y sin guardar la distancia. La sola imagen te fascina y te entristece a la vez, porque sabes que ese tiempo ya no existe pero deseas que lo que sale en pantalla sea real, como mirar un acuario o ver la ciudad por la ventana del autobús.

Lo vivimos este verano cuando recordamos las fiestas de nuestros pueblos con las degustaciones en la calle y las cuadrillas abrazándose con sonido de charanga. Una compañera suele repetir que si pudiera marcharse a algún sitio por arte de magia, elegiría estar en mitad de una verbena con un calimocho en la mano.

Comenzaron las sesiones en la Audiencia Provincial dejándonos testimonios que parecían sacados de algún gag de Faemino y Cansado. El otro chiste, igual de siniestro que los hechos que se juzgan, es la lentitud de la justicia, otro fracaso. Lo que hemos visto es que los 'payasos justicieros' han generado interés, ha habido miles de visitas a nuestra web y clics en esas informaciones y un número escandaloso de compartidos y visualizaciones en redes sociales; el personal no había olvidado el asunto.

La noticia mundial de la semana ha sido el anuncio de Pfizer. Elsa Martínez entrevistó a Carmen Álvarez, profesora de inmunoterapia en la UNIR. «Las vacunas van a ser seguras, lo que no está tan claro es su eficacia». Algo es algo, pensamos muchos.

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En la tertulia del miércoles María José González dijo lo que siente el planeta entero: «Necesitamos buenas noticias», tres palabras que tendrían que publicarse en portada los periódicos de todo el mundo. El miércoles también supimos que las mascarillas por fin van a bajar de precio. Nos llegó la alerta al móvil y hubo que frotarse los ojos. Una buena noticia, una buena, aunque haya sido después del enésimo bochorno y de una colección de mentiras en medio de las cuales la gente se ha seguido asfixiando en las UCIS del San Pedro.

La gente del bar 'El Dorado' entiende esa necesidad de buenas noticias, porque han vuelto a poner en marcha su campaña solidaria de Navidad a pesar del temporal y de tener echada la verja.

Alberto lo contó en la tele, y su señal por videollamada se entrecortaba, en parte por culpa de la conexión pero sobre todo por la emoción de sus palabras. Van a estar los domingos a mediodía recogiendo pañales, leche en polvo, potitos y toallitas para niños, y toda la ayuda la va a canalizar Caritas. «Y no os olvidéis de sonreír. Sonreír aunque llevéis mascarilla, que eso lo nota el vecino, el panadero y el carnicero cuando vais a comprarle». La Navidad, si es que significa algo, está hecha de gente así.

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