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Calahorra, y según su Ayuntamiento, no es una ciudad en la que proliferen los actos vandálicos. Como prueba de ello desde el Gobierno municipal se destaca que «incluso en fiestas (el pasado mes de agosto) no ha habido daños por vandalismo». De hecho, apunta ... que «hay más casos de reparaciones por accidentes» que por actos vandálicos. El vandalismo en Calahorra «no es significativo», sostiene el Gobierno local, al tiempo que destaca que «en general es una ciudad responsable y segura».
En este sentido hace referencia al último balance de la Junta de Seguridad de Calahorra, que sitúa la tasa de criminalidad en 20 puntos, 8,5 puntos por debajo de la registrada en La Rioja y 21,3 puntos menos que la tasa a nivel nacional.
Pero al margen de los datos, Calahorra ha sufrido en lo que llevamos de año algunos actos vandálicos que han tenido cierta trascendencia. Fue el caso de la sustracción del busto de Pedro Gutiérrez del Planillo de San Andrés el pasado mes de enero y que finalmente fue recuperado. Ese mismo mes el Palacio Episcopal fue objeto de los vándalos, que arremetieron a pedradas contra los balcones del edificio y rompieron los cristales de dos miradores.
Los focos del camino peatonal del parque del Cidacos también han sufrido ataques en múltiples ocasiones y, como dijo el Ayuntamiento tras los últimos destrozos causados por piedras, ya no es posible conseguir repuestos de los mismos.
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