Los 'Caimán' se estrenan en Bamako

Tras unos diez días confinados, veinticinco militares del Batallón de Helicópteros de Maniobra III (Bhelma-III) y tres helicópteros 'caimán' (NH-90) partieron a principios de semana rumbo a Bamako, capital de Mali, para participar en una misión de la Unión Europea (EUMAT) para proporcionar formación y asesorar al ejército del país africano.

Esta será la primera misión de unas aeronaves, consideradas la joya de la corona de los helicópteros del Ejército de Tierra, después de que a finales de 2019 se frustara la que iba a ser su puesta de largo en Irak.

La contribución riojana a la misión europea en Mali, uno de los países más pobres del mundo e inmerso en una violenta guerra desde hace más de ocho años, es dar movilidad a la formación. Tendrán la tarea de proporcionar transporte táctico, apoyo a las fuerzas de operaciones especiales, recuperación de combate y Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo (SAR), guerra electrónica, apoyo logístico y operaciones de evacuación médica, entre otros cometidos. Hasta el momento, era el ejército maliense el que se trasladaba a los lugares donde se imparte la formación, y una vez finalizada la instrucción por parte del Ejército español, regresaban a sus zonas. Con los NH-90, «la idea es que seamos nosotros los que movamos a los entrenadores, su material y todo lo que necesiten para esa formación». Así lo explica Manuel de Mata García, capitán del Batallón de Helicópteros de la Base de Agoncillo y jefe de la unidad de vuelos desplegada en Mali, MASPUHEL.

Es la primera vez que los 'Caimán' salen de Agoncillo, no así los componentes del Bhelma-III, con modelos de helicópteros como los Cougar, más conocidos como 'Puma' o 'Superpuma', que han participado en misiones en varios países, la última en Afganistán.

«Desde que los NH-90 llegaron hace siete años hemos estado trabajando con la idea de que llegaría este momento», asegura De Mata. Durante estos años «ha habido mucho esfuerzo y mucho sacrificio por parte de todo el personal del Bhelma-III para la puesta en servicio de este helicóptero», señala. Hasta llegar aquí, explica, «ha habido que habituarse a la máquina y certificar todos los equipos que debe llevar».

Las ventajas del NH-90 frente a otros modelos son numerosas. Aunque las capacidades que ofrece son las mismas, porque al fin y al cabo sigue siendo un helicóptero de maniobra, «tiene muchísimos equipos de ayuda a la navegación con los que podemos contar casi para cualquier operación. Es un salto cualitativo sin ninguna duda», afirma el capitán Manuel de Mata.

No esconde cierto respeto por Al Qaeda que, por ejemplo, en enero se atribuyó la muerte de dos soldados franceses en Mali. «No obstante, vamos a Bamako, una zona tranquila dentro de la incertidumbre que genera Mali, pero si volamos a regiones más al norte sí que es cierto que son más complicadas», reconoce. En principio, la misión de los riojanos en Mali tendrá una duración de seis meses, y aquí se quedan sus familias, padres, hijos, hermanos, «que siempre es duro», lamenta.