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Los niños disfrutan de la práctica del judo en el CEIP Navarete El Mudo como iguales. SONIA TERCERO

El judo que sirve para integrar

Un profesor del Navarrete el Mudo consigue que niños de familias sin recursos se enganchen al judo en un programa financiado con fondos europeos

Diego Marín A.

Logroño

Martes, 19 de diciembre 2023, 07:36

El 'bushido' es el código de honor de las artes marciales. Sobre el tatami del polideportivo del CEIP Navarrete El Mudo de Logroño todos los niños son iguales. El centro y la asociación Ubuntu promueven desde el curso pasado judo como actividad extraescolar a un precio simbólico y asequible para todas las familias, de manera que el deporte ejerce de elemento integrador entre los alumnos.

Dentro del programa PROA+, financiado con fondos europeos mediante la Consejería de Educación y Empleo, el colegio ha creado una escuela de judo para promover el crecimiento de los niños a nivel cognitivo, académico y físico. «Nos dimos cuenta de que hacía falta una actividad extraescolar de deporte para trabajar esa parte de la formación de los niños. Y no es que sean caras, pero es verdad que cada mes tienes que disponer de un dinero para poder hacerlo», explica Eva Elías Sancirián, directora del CEIP Navarrete El Mudo. «En el colegio hay familias de todo tipo y las hay con un nivel económico bajo que sus hijos no van a actividades que puedan costar 30 o 40 euros porque no los pueden pagar», expone Eva Elías.

Los entrenadores de judo y la directora del CEIP Navarrete El Mudo posan con la treintena de alumnos que participan en esta actividad extraescolar del centro. Sonia Tercero

Ahí es donde entra en juego Pablo Fernández García, maestro el curso pasado en el colegio y judoca, miembro de la Asociación Deportiva Ubuntu, dedicada a la promoción y formación del judo en La Rioja. «Como Ubuntu tiene un proyecto social, hablamos y las familias pagan 5 euros al mes, con el compromiso de que sus hijos acudan a los entrenamientos», explica la directora del centro. El precio es el mismo para todos los niños, para fomentar la igualdad. Y es un éxito, unos 90 niños, de los 340 del centro, se forman ya como judocas. Hasta los que han pasado este curso al instituto continúan asistiendo a los entrenamientos, a pesar de haber dejado ya el colegio tras superar la Educación Primaria y haber entrado en la ESO.

La implicación de Ubuntu va más allá puesto que incluso presta los 'judogis' (trajes específicos, como los kimonos en kárate), donados por otros judocas. «Se les presta durante el curso con el compromiso de que lo cuiden y lo devuelven, bajo su responsabilidad», indica Eva Elías. ¿Y por qué judo, además de por Pablo? «Es una disciplina que puede cubrir mucho de lo que después se necesita en las aulas, como la disciplina, el trabajo, la responsabilidad, el compromiso, el trabajo en equipo, aunque sea un deporte individual, además de que, a nivel de inclusión, cualquier niño puede participar, da igual chicos o chicas, no hay diferencia, y partíamos todos de cero porque nadie había hecho judo y estábamos todos en igualdad de condiciones para empezar a trabajar», declara la directora.

Autoridad

También se refuerza la figura de autoridad. No hay mas que ver a Pablo dirigirse con respeto a sus pupilos y estos, pequeños y chavales a las puertas de una adolescencia efervescente, obedecer casi religiosamente. Son tres grupos, con el doble de niños que el año pasado, de entre 5 y 12 años. «Hace dos años fui tutor de sexto en el colegio y colaboré mano a mano con la dirección porque detecté posibilidades. Entonces decidimos promover este deporte porque creo que tiene una serie de valores que encajaban», recuerda Pablo Fernández.

«El judo puede cubrir mucho de lo que después se necesita en las aulas, como la disciplina, el trabajo, la responsabilidad...»

Eva Elías Sancidrián

Directora CEIP Navarrete El Mudo

«Hace dos años fui tutor de sexto y colaboré con la dirección porque detecté posibilidades y decidimos promover este deporte»

Pablo Fernández García

Maestro y judoca

A los citados por la directora del colegio el judoca suma la amistad, el compañerismo, el respeto... «Quizá lo tienen todos los deportes, pero en este se da más, por eso quisimos introducirlo en este centro, por la diversidad del alumnado y el nivel socioeconómico», describe Pablo, quien formó parte de la selección nacional junior. La idea es que la actividad extraescolar no tuviera un coste alto para que todo el mundo pudiera tener opción de acceder a ella. «Todo el dinero que viene lo revertimos en actividades para ellos», apunta el judoca.

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