Por favor, buscadlo y traedlo. Se lo llevaron esos canallas y lo mataron... ¡Buscadlo y traedlo!». Fue el ruego que les encomendó su abuela a Villar y María José Ochoa Plaza, nietas de Valentín Plaza Martín, quien fuera alcalde de Castejón desde las elecciones municipales ... del 12 de abril de 1931 hasta que los golpistas le asesinaron en Alfaro el 20 de julio de 1936.
Cumpliendo ese anhelo familiar, Villar y María José volvieron a buscar ayer los restos de su abuelo en el cementerio de Alfaro. «Tras el golpe de estado militar, el primero de la lista en Castejón era él... y su padre. Fueron a por los dos –relataba Villar–. Salió de casa... y el 21 apareció muerto en Alfaro, frente al cuartel de la Guardia Civil, según contaron siempre a mi abuela y a mi madre».
Esos relatos orales, siempre poco concretos, contaban que tiraron el cadáver por encima de la tapia. Entonces, más baja que hoy. Y ahí le enterraron. Hace unos años, la familia le buscó en otra esquina, próxima a donde hoy se ubica la zona de columbarios. Fue infructuoso. Villar y María José siguieron buscando, preguntando a mayores de Castejón, de Alfaro y a vecinos de Corella que exhumaron a un grupo en el camposanto alfareño en los años 80. «Nos contaron que era en la esquina derecha entrando. Todo coincidía con esta esquina y solicitamos realizar la exhumación», señalaban ayer a pie del trabajo.
Hubo un momento en el que la esperanza ganó ayer espacio, pero habrá que seguir buscándole
Encontraron el apoyo del Instituto Navarro de la Memoria Histórica, que entró en contacto y colaboración tanto con el Observatorio de Derechos Humanos de La Rioja como con el Ayuntamiento alfareño. Recibiendo todas las facilidades, la familia consiguió los permisos y ayer expertos de la Asociación Aranzadi iniciaron una nueva búsqueda de Valentín Plaza Martín.
«¡Qué nervios!», se abrazaron las dos hermanas en la fría mañana al momento de iniciar la pala su trabajo. En frente, el monumento en homenaje a los represaliados por el bando golpista. «Primero fue concejal y, con las elecciones de 1931, se convirtió en alcalde de Castejón. Casado, padre de tres hijas, pertenecía al Partido Socialista –le presentaba su nieta–. Hasta entonces, Castejón pertenecía a Corella. Él, junto a su equipo en el Ayuntamiento, consiguió que Castejón fuese independiente y trabajó mucho para mejorar los servicios, definir las tierras que pertenecían a la localidad...». No le dejaron hacer más.
«Su padre estuvo buscándolo. Intuían que le habían matado. Estando un día en la calle, le detuvo la Guardia Civil, le encarcelaron en Tudela y le asesinaron el 15 de agosto en la tapia del cementerio», suspiró Villar. Después llegó una posguerra de supervivencia para su mujer y sus hijas. «Les quitaron todo, siempre andaban con miedo, marcados, en silencio y les hacían sentirse culpables. No se quedó con que los mataran, es que a mi madre y a mis tías no les dejaron aprender en la escuela», apretaba los labios María José.
Hubo un momento en el que la esperanza ganó ayer espacio. Pero los restos hallados no correspondían a una persona de 35 años. Seguirán buscándole. Y agradecerán cualquier testimonio que les guíe hacia su abuelo.