Burdeos acuerda el arranque subvencionado de 9.500 hectáreas

Las medidas fueron confirmadas la semana pasada en el Salón de la Agricultura, en París, donde el ministro de Agricultura, Marc Fresneau, declaró que «tenemos viñas que están abandonadas debido a un mercado económico que ya no existe y que suponen problemas sanitarios, por lo que decidimos tomar medidas de arranque y el Estado está en ello».

Con estas medidas, el ministro espera también que muchos agricultores recuperen la confianza en la región. En este sentido, los viticultores de Burdeos afrontan una crisis sin precedentes debido a problemas como la caída del consumo de tinto a nivel interno y de las exportaciones. Esto les llevó, en los últimos meses, a realizar protestas para reclamar ayudas para arrancar viñas y equilibrar la oferta y la demanda.

De las 115.000 hectáreas dedicadas a la viña en la zona de la Gironde, las asociaciones de productores quieren suprimir al menos un 10% y habían pedido al Ejecutivo compensaciones económicas y ayudas para deshacerse de las abundantes existencias almacenadas.

La petición inicial era de unos 10.000 euros por hectárea para el arranque, con el objetivo de afrontar los costos para la reconversión de las explotaciones, lo que supondría una inversión de más de 100 millones de euros. De momento, la dotación será de 57 millones de euros, con lo que afectaría a 9.500 hectáreas de viñedo bordelés con una prima que se quedaría en 6.000 euros por hectárea, aunque, para aproximarse al volumen de ayudas reclamadas, no se descarta insistir en la modificación de la normativa sobre fondos europeos en ayudas de reconversión para que vuelvan a primarse los arranques como sucedía con anterioridad.

El plan de arranque es independiente del que el Gobierno francés ha puesto en marcha también para destilar vinos y aliviar el exceso de existencias en las bodegas. En este sentido, el Ejecutivo de Macron ha puesto sobre la mesa hasta 160 millones de euros para financiar destilaciones entre productores de vino de todo el país con fondos propios (50%) y europeos (el otro 50%), con el fin de aliviar en dos terceras partes la sobreoferta de vinos que guardan en la actualidad en sus almacenes las bodegas francesas. La idea es abrir una convocatoria para destilar en verano por 80 millones y otra similar en octubre por otro tanto.