Al borde de la exclusión

¿A qué obedece la especial predisposición de este colectivo a las situaciones de riesgo? Para la entidad, se trata de una suma de factores «que confluyen para mantener esta realidad». Y cita entre ellos: «En el mundo laboral, los puestos de trabajo tradicionalmente asignados a las mujeres están peor valorados y remunerados». También recuerda que «las mujeres tienen menores ingresos en el desarrollo del mismo puesto de trabajo que los hombres, un freno a la hora de estudiar determinadas carreras y problemas para acceder a ciertos puestos mejor valorados y remunerados».

Para Cáritas, además, debe tenerse en cuenta que «las mujeres siguen ocupándose mayoritariamente de los cuidados en el ámbito familiar», lo que genera «dobles jornadas de trabajo e itinerarios profesionales interrumpidos y reducidos, con consecuencias inevitables en las prestaciones sociales por desempleo o jubilación». También llama la atención en su comunicado sobre «las intolerables violencias machistas que sufren las mujeres sólo por el hecho de serlo, y que son de naturaleza diversa y de diferentes intensidades pero muy presentes en nuestra sociedad».

La entidad advierte cómo a sus centros y servicios «acuden, mayoritariamente, mujeres en situación de pobreza y exclusión social». «En los proyectos para Personas sin Hogar», prosigue, «detectamos en los últimos años un aumento significativo de mujeres, que nos preocupa al tratarse de entornos con elevado nivel de riesgo para ellas».

Para Cáritas, un factor clave que explica esta preocupante deriva reside en que «sigue siendo insuficiente la cantidad de mujeres en cargos de responsabilidad y en espacios de decisión que diseñen, aprueben e implementen políticas orientadas desde esta perspectiva. Y concluye recordando que la entidad «trabaja de manera activa para establecer un nuevo marco de relaciones entre hombres y mujeres, basado en una educación en la que los valores de igualdad, solidaridad y defensa de los derechos humanos tengan el protagonismo necesario». «Hacemos un llamamiento a los poderes públicos, al conjunto de la sociedad y a la comunidad cristiana para involucrarse conjuntamente en el desarrollo de una sociedad basada en la igualdad real».