Ni sol, ni besos, pero sí emoción a flor de piel

No fue, sin embargo, una jornada de tonalidades alegres, ni pamelas ni 'looks' de temporada. Fue un día sobrio, casi en blanco y negro e íntimo, aunque se sintió el calor de los que no estaban. Un espectacular y sonoro video proyectado en la gran pantalla instalada en el escenario sumó a quienes han participado en primera líneas durante la pandemia. «Nos hemos sentido importantes porque nuestra labor ha sido útil», señalaba desde su asiento un emocionado Jesús Míguel, de Protección Civil en Rincón de Soto.

El momento más intenso llegó cuando uno a uno fueron apareciendo los nombres de todos los fallecidos. La respiración se contuvo mientras la ópera 'Serxes'. una delicia de Haendel, sonaba a cargo del cuarteto Zuraquartet. Todo discurrió muy sutil. La presidenta Concha Andreu siguió apostando por los tonos oscuros acorde con el luto por las víctimas por el coronavirus. Para esta cita, vistió una camisa y americana conjuntada con un pantalón negro. El color fue cosa de la consejera de Agricultura, Eva Hita, con un traje en tono naranja, y la anécdota la protagonizó la diputada de IU, Henar Moreno, con unos tacones incompatibles con los adoquines de las calles.

Los políticos van poco a poco dejando sus apariciones por videoconferencia y este martes por primera vez se les vio compartiendo el mismo espacio. En primera fila se situaron los responsables políticos locales, regionales y militares, con una gran representación de mandos de las fuerzas de seguridad, entre ellos José Ángel González, el súper policía riojano contra el virus maligno y Pablo Salas, el nuevo director adjunto operativo de la Guardia Civil, natural de Corera, que asistía a su primer acto oficial. «Que haya sido un día como hoy y en mi tierra es un orgullo». El nudo en la garganta le impidió seguir hablando: venía de dar su pésame a la viuda del teniente coronel Gayoso. En su papel de anfitrión en su 'casa' de SanMillán, el prior, Pedro Marín, respondía gustoso a todos los que se le acercaban. «¿No se acuerda de mí?». «No me acostumbro a reconocer a la gente por los ojos...», se sinceraba ante uno de los invitados protegido por una mascarilla al término del acto, más breve de lo habitual y sin ágape. «¿Cómo estoy viviendo el Día de La Rioja? Con alegría contenida. Es un día para disfrutar porque esta es una jornada que es expresión de la vitalidad y fuerza de nuestra tierra, aunque como digo, con control por la situación que hemos pasado».