El Banco de Sangre llama a los riojanos a recuperar un verano de bajas donaciones

«Es difícil ver un verano tan bajo de donaciones como este», apunta Carlos Sola, director técnico del Banco de Sangre de La Rioja. Es esta una época en la que se incide en los llamamientos y recordatorios, de forma en que julio y agosto no mengüen las reservas, «y por ello no suele notarse un descenso significativo», expone Sola. Sin embargo, después de un verano de 2022 muy positivo, en el último mes de julio las donaciones descendieron un 18% con respecto a hace un año y en el de agosto se encuentra en torno al 10% menos. En los últimos días, el calor hizo mella. Por fortuna, «aunque haya bajado el 'stock', no hemos tenido tantas solicitudes, pero podía haber habido un problema con una mayor demanda», comenta Carlos Sola.

Desde el Banco de Sangre alaban la «espectacular respuesta» que dan los riojanos a los llamamientos y campañas, pero la costumbre es más complicada de asentar. «2022 fue el año con más número de donantes pero no con más donaciones. Es importante convertirlo en un hábito, que no sea algo ocasional. Si la mitad de las personas que donan lo hiciesen dos veces al año no habría necesidad de hacer llamamientos», explica Carlos Sola.

Por ello, el Banco de Sangre no ha bajado la guardia este verano, donde ha tratado de «seguir a los riojanos allí donde estén» y ha desplazado a su Unidad Móvil a pueblos a los que no suele acudir el resto del año: Torrecilla en Cameros, Grañón, Alesanco, Tudelilla, Igea, Santurde, Castañares... «Recibimos cariño y mucha gente se anima a donar», comenta el director técnico de la unidad.

Oportunidades para ser solidarios no faltan. Esta semana, el punto móvil recorrerá Logroño (Cascajos hoy, calle Huesca y El Espolón mañana, el Carpa el jueves y Solidaridad el viernes) y estará mañana en Lardero y Quel, el jueves en San Vicente y el viernes y el sábado en Haro.