«No hay nada que nos ayude, y no estoy pidiendo subvenciones»

Justa denuncia en este sentido que el concepto de 'Europa verde' se hace a costa del bolsillo del agricultor: «En el caso de mi sector, no hay fitosanitarios alternativos a los prohibidos que no sean carísimos, y los costes de combustibles para el riego son tremendos». El joven fruticultor considera necesario, además, que los gobiernos entiendan que «esta actividad no se hace en un despacho bajo techo, por lo que, en el caso de las contrataciones de temporada, no puede ser que estemos perseguidos y agobiados cuando no hay un año igual y cada cosecha es diferente». De momento, la pera no se ha visto tan afectada por producciones de países terceros como en el caso de los cítricos de Levante, pero Justa advierte de que cuando un mercado de fruta cae, también los otros: «Es muy razonable que las mismas condiciones sanitarias y de seguridad que nos exigen a nosotros se pidan también para las producciones de países terceros que consumen los europeos». Víctor Justa no es optimista, ni con el sector agrario en general ni con el de la fruticultura: «No hay nada que ayude, y no me refiero precisamente a las subvenciones, ya que soy más partidario de que se nos facilite la vida para desarrollar nuestros negocios, pero ahora mismo sucede todo lo contrario».