«Ha habido avances, pero no los que nos gustaría ni los que necesitamos»

Las primeras marchas de los llamados chalecos amarillos se realizaron al margen de las organizaciones agrarias y pillaron a estas con el pie cambiado. Al final, acabaron sumándose a las protestas. Ahora, sus responsables analizan cómo se encuentra la situación y cuáles son sus objetivos de aquí en adelante. Su meta principal, afirman, es que el trabajo en el campo obtenga la rentabilidad que se merece. En eso están de acuerdo, aunque no siempre comparten puntos de vista, como se pudo comprobar el pasado viernes. «Por eso tiene sentido que haya tres organizaciones agrarias diferentes», sentencia el secretario de Organización de UPA, Néstor Alcolea, quien se sentó en una mesa junto a Eduardo Pérez (ARAG-Asaja) y Óscar Salazar (UAGR-COAG) para valorar el presente y el futuro de un sector que sigue reclamando mejoras.

– Ha pasado ya más de un mes desde la primera tractorada. ¿Consideran que las movilizaciones han servido para algo?

– Eduardo Pérez. Llevamos ya muchísimos años para que la clase política haga caso al sector. Se ha llegado a este punto porque no se han atendido las diferentes reclamaciones de las OPA y los bolsillos de los agricultores y los ganaderos están como están. Ahora viene el momento de las negociaciones y la semana pasada el ministro nos hizo una propuesta de medidas y las tres organizaciones agrarias las rechazamos. Sabemos que esta semana ha habido más reuniones y veremos qué propuestas salen de ahí. Por parte de Asaja, la semana que viene tenemos encuentros con partidos políticos y queremos que nos escuchen.

– Óscar Salazar. La lucha en el campo ha existido, existe y va a seguir existiendo. Las movilizaciones continuarán porque los objetivos principales del sector no se cumplen. Nosotros somos los interlocutores de nuestros afiliados con el Gobierno regional y queremos decirle al presidente que por supuesto que La Rioja es Logroño, pero también es Haro y Santo Domingo de la Calzada; es Arnedo y es Calahorra. Se ha comprometido a gobernar para todos y no lo está haciendo. Aparte de que en La Rioja vivimos de vino, pero también de más cosas. También tenemos champiñón, ganado, cereales, girasol, patatas, remolacha, muchas hortalizas y frutas, frutos secos, olivos... Tenemos de todo y estamos por encima del doble de la media nacional en cuanto a peso en el PIB se refiere. Por lo tanto, somos una parte muy importante de La Rioja y no se está gobernando para la gente del campo.

Luego tenemos el tema de la Ley de la Cadena Alimentaria, que es importante y no se está cumpliendo. Aquí hay un señor que debe velar por eso, que es el director general de Desarrollo Rural, y no lo está haciendo. Si no cumple con su trabajo, la consejera debe cesarlo inmediatamente y, si no lo hace, será el presidente el que deba cesar a la consejera.

– Néstor Alcolea. La relevancia de estas movilizaciones es que se han llevado a cabo a nivel europeo. Es el mayor movimiento de agricultores que se ha conocido en los últimos años, probablemente en las últimas décadas. Y el mensaje que trasladamos es que las decisiones tomadas hasta la fecha nos perjudicaban, nos ahogaban y nos arruinaban. A partir de ahí, ¿ha habido avances? No los que nos gustaría. ¿Ha habido alguno? Sí, pero no los que necesitamos, ni muchísimo menos. Hay que tomar decisiones y más allá de la retirada de la obligatoriedad del cuaderno del campo o el refuerzo del control de aduanas ha habido pocos anuncios de calado.

– ¿Se ha conseguido algo palpable?

– N. A. Algo mínimo.

– Ó. S. Ha habido un pequeño avance, pero para este 2024 más bien poco o nada.

– N. A. Un cambio de rumbo, quizás, pero con girar un poco la flecha no conseguimos nada. Hasta ahora, las decisiones que se han tomado no son relevantes.

– Al principio de las movilizaciones, muchos agricultores decían que no se sentían representados por ustedes. Una vez que se sumaron al movimiento, ¿piensan que esa percepción cambió?

– E. P. Esas actuaciones son el reflejo del hartazgo de los agricultores y ganaderos con los políticos. En diciembre, nosotros comentamos internamente la opción de hacer una serie de movilizaciones. Después en enero se trasladó la idea a Asaja nacional y se propuso la fecha del 14 de febrero. Esto fue lo que se expuso al resto de organizaciones agrarias, que también se sumaron. Sí que es verdad que en esos momentos lo que ocurrió en otros países de Europa nos dejó un poco atrás y hay que hacer autocrítica.

– Ó. S. En medio de estas protestas hicimos una asamblea en la que se definió la línea a seguir de la Unión y decidimos hacer un llamamiento a la sociedad en una campaña de recogidas de firmas que está teniendo un éxito tremendo. En esa asamblea, la inmensa mayoría de agricultores se vieron representados por nosotros. Pero esta organización es lo que es y aquí nadie está obligado a estar.

– N. A. Las puertas de UPA también están siempre abiertas para el que quiere entrar o para el que quiere salir. También para el que quiere preguntar, sumar o criticar cuando haga falta. En ese sentido, salvo que no hemos compartido los tiempos de los compañeros europeos, hemos estado ahí. Hemos tenido unidad de acción y hemos salido a la calle. No es justo decir que no lo hemos hecho porque llevamos años denunciando que el sector estaba al límite. Lo que pasa es que ese límite ya se ha sobrepasado y ha estallado la situación en toda Europa.

– A raíz de todo esto que comentan, ¿han ganado o han perdido afiliados tras las movilizaciones?

– E. P. En Asaja no ha habido ninguna baja e incluso hay gente que se ha apuntado.

– Ó. S. En la Unión de Agricultores ha crecido la filiación.

– N. A. Nosotros también. No ha llamado nadie para borrarse del sindicato.

– Se ha hablado durante mucho tiempo de unidad de acción. ¿Se mantiene, más allá de discrepancias como la surgida en torno al voto secreto para la elección de representantes en el Consejo Regulador?

– E. P. Todos somos agricultores o ganaderos y queremos recuperar la rentabilidad del sector. Podemos tener diferentes ideas, pero el objetivo final es ese: recuperar la rentabilidad. Y por eso luchamos.

– Ó. S. La Unión de Agricultores jamás ha dicho que no a una unidad de acción. Nosotros apostamos por ella, pero solo en las cosas que compartimos. Nunca hemos votado en contra de la rentabilidad del agricultor o del ganadero. Y nunca lo vamos a hacer.

– N. A. Los problemas son comunes, eso está claro. Las soluciones, en ocasiones, no y ahí es donde se nos exige la unidad de acción. Por eso tiene sentido que haya tres organizaciones diferentes, porque compartimos muchas cosas, pero hay matices, a veces importantes, que impiden esa unidad. Aun así, nosotros creemos que es fundamental para conseguir de una manera mejor y más rápida los objetivos que perseguimos, pero a veces es imposible. Dentro de los 'chalecos amarillos' también lo han visto así en algunos momentos.

– ¿Creen que la lucha ahora está más en los despachos que en la calle?

– E. P. Desde luego que los políticos se tienen que sentar, valorar todas las peticiones y tomar medidas. Aun así, el ruido no tiene que cesar, pero ahora les toca a ellos tomar decisiones.

– Ó. S. La lucha existe y continuará, no lo dudéis. Está en peligro un modelo de agricultura y el cambio lo tenemos ya aquí encima. Ese cambio que consiste en entregar el territorio a fondos de inversión lo tenemos en La Rioja. Además, hay muchas hectáreas en la comunidad autónoma destinadas a otras funciones que no son agrarias, como las energías renovables. Se podían haber parado y no se ha hecho: están echando a la gente del campo y falseando el precio de la tierra. El modelo que está en peligro es el mayoritario en La Rioja, España y la Unión Europea: el modelo social y profesional de agricultura y ganadería.

– N. A. Desde luego que las decisiones no se toman en las carreteras, sino en los parlamentos, en las mesas de trabajo o en el Consejo Regulador. ¿Va a seguir la lucha en la calle? Va a depender de lo que se consiga en los despachos y si las mejoras resultan insuficientes, claro que van a seguir las movilizaciones. Hay que tener en cuenta que va a haber mucha gente que este año se va a quedar en el camino, por lo que mi pronóstico es que probablemente se lleven a cabo más protestas.

– ¿Se seguirán viendo tractores por las carreteras riojanas?

– O. S. Sin ninguna duda.

– ¿Cuáles van a ser los próximos pasos?

– N. A. Concretar las medidas que se han puesto encima de la mesa, ver qué calado tienen y evaluar si son o no suficientes. Desde luego, no hemos empezado bien porque salvo el anuncio de la cosecha en verde no ha habido ninguna medida de más calado. ¿Qué pasa, por ejemplo, con la Ley de la Cadena? Queremos saberlo.

– Ó. S. Esperamos que de la misma forma que en otras comunidades autónomas se están convocando mesas de trabajo, también lo haga aquí la Consejería, que es a lo que se ha comprometido. Solo así se podrá empezar a dar soluciones.

– E. P. Ahora le toca a la clase política. Lo que propusieron hace una semana fue rechazado. Esperemos que lo próximo sea acorde a lo que se está pidiendo.

– Durante las protestas, mucha gente ajena al sector les mostró su apoyo. ¿Sienten que la sociedad está con ustedes en esta lucha?

– Ó. S. Así es. De hecho, lanzamos una campaña de recogida de firmas que está obteniendo una gran respuesta. Además, queremos organizar un acto de apoyo al sector agrario y ganadero riojano en Logroño al que se pueden sumar Asaja y la UPA y en el que nos gustaría involucrar a toda la sociedad. Esto es una cosa de todos.

– N. A. Creo que el sector sí que tiene el apoyo de la gente. Ahora la clave es no perderlo, no podemos permitírnoslo.

– E. P. Sobre todo en una comunidad como esta que es, en su mayoría, rural. Tenemos familiares y amigos que son agricultores y ganaderos y se nota que cuando no hay alegría en el campo se traslada a la sociedad riojana en general.