Por el norte, por el sur, por el este y por el oeste. Rodeada por todos los ángulos para permanecer como una isla. Así se presenta La Rioja ante una de las más recientes iniciativas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para incentivar el transporte ... de mercancías a través del ferrocarril.
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El proyecto de autopistas ferroviarias nace de un concepto de transporte mixto. Se trata de combinar el movimiento de mercancías por camión y tren. Es decir, 'cargar' los trenes con los tráilers y semirremolques para evitar que la mayor parte del trayecto se haga por carretera, lo que resulta más barato y menos contaminante.
La cabeza tractora llevaría la carga hasta un apeadero, se montaría en el convoy y se recogería en el punto de llegada para terminar el reparto, quitando de las carreteras miles de vehículos pesados.
El pasado mes de noviembre, ADIF presentó las propuestas de itinerario para conectar puertos de entrada y salida de mercancías con puntos de consumo o de redistribución. Y en ese diseño que busca la conexión con Portugal y Francia (y por extensión con Europa) queda aislada La Rioja, al igual que el noroeste penisular y el sureste andaluz.
El desarrollo de estas rutas necesita de tiempo, pero ya se están produciendo pasos adelante, como la inversión de más de 60 millones de euros destinada a adaptar las vías entre Zaragoza y Tarragona para el tránsito de estos convoyes especiales que requieren de dotaciones especiales, como vías de apartado de cerca de 750 metros. También la ruta entre Algeciras y Zaragoza está recibiendo inversiones en reacondicionamiento.
La capital aragonesa se convierte en uno de los nexos clave de estos proyectos pero, su conexión con el País Vasco se realizaría por Pamplona, dejando a un lado a La Rioja, que cuenta con varias empresas logísticas de enorme tamaño. Iniciativas como el puerto seco de El Sequero, impulsada por Transportes Royo, ya permiten un cómodo transporte convencional de mercancías por tren, pero las autopistas ferroviarias van más allá porque suponen una importante inversión en modernización de las líneas férreas, túneles y gálibos.
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Con la red de ferrocarriles actuales y los retrasos del corredor Cantábrico-Mediterráneo, la lógica de ADIFresulta aplastante: como la infraestructura ferroviaria de La Rioja no es buena, es mejor invertir en las que ya son mejores.
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