Cadena de montaje de una fábrica de vehículos. E. C.

La automoción no descarta ERTE en cascada por una situación «jamás vista»

A. GIL

LOGROÑO.

Miércoles, 23 de marzo 2022, 01:00

«Estamos en una situación límite que ahora se ha complicado aún más con la huelga de transporte». Así se expresa Daniel Rueda, secretario del clúster de la automoción, que emplea en La Rioja directamente a 3.000 trabajadores y otros 4.500 más de ... forma indirecta. Rueda explica que «una empresa riojana tuvo que cerrar hoy [por ayer] por la imposibilidad de traer aceite de Valencia, aunque la previsión era volver a abrir mañana [por hoy] si llega el material».

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En cualquier caso, la situación de los fabricantes de componentes del automóvil es crítica, más allá del paro transportista: «Somos un sector que trabaja con previsiones a medio y largo plazo, pero ahora es imposible y de hecho las empresas deciden a mediodía lo que van a hacer mañana». En este sentido, varias compañías mantienen los ERTE del COVID parcialmente para tener flexibilidad ante la escasez de materias primas que se sobrevino hace ya casi un año, pero la situación podría complicarse en cuestión de días: «Estamos en un entorno coyuntural jamás visto hasta ahora», insiste Rueda. «En 2021 preveíamos un crecimiento del 15% en enero y terminó el año cerrando con un 5% menos; este año preveíamos otro 15% y, visto lo visto, volveremos a estar por debajo». El problema de los suministros resulta crítico para la automoción: «Por un lado, tenemos la crisis del caucho, del que Rusia es un gran exportador con el negro de humo; en segundo, Ucrania, que es un gran productor de cable y también de gas neón para chips, lo que agrava aún más la escasez de semiconductores; y en tercero, hay ya siderúrgicas cerradas en Europa por los costes energéticos disparados». En definitiva, la cadena de suministro está tensionada al máximo, en 2020 por el COVID, en 2021 por las materias primas, en 2022 por la guerra, y ahora se añade el tema logístico por la huelga: «La cadena se está rompiendo y, cuando lo haga, el parón será inmediato». El portavoz del clúster de automoción, integrado en la FER, recuerda que estas empresas trabajan además con margen de beneficios mínimos: «Teníamos un contrato de luz agrupado de 9 millones, que vence en junio con precios anteriores a esta crisis». «La electricidad –continúa– se llevaba el 5% de nuestra facturación y ahora solo sabemos que se va a multiplicar por tres o por cuatro, cuando también el coste de las materias primas ha subido hasta el 300%».

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