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La cooperativa vitivinícola de Autol, Marqués de Reinosa, acometerá una fusión por absorción con la cooperativa San Justo y San Isidro, de la localidad vecina de Quel y la más antigua de La Rioja (fue fundada en 1947), según confirman los presidentes de ambas ... entidades. El acuerdo, que lleva fraguándose durante dos años, está muy avanzado, aunque aún queda pendiente de aprobación por las respectivas asambleas generales, que están previstas para el próximo mes de marzo.
Marqués de Reinosa controla unas 1.050 hectáreas de viñedo y se reforzará con las 150 hectáreas que aportarán los socios de Quel, con lo que la producción conjunta rondará los ocho millones de kilos anuales. Es la primera fusión que se produce en el sector cooperativo vitivinícola riojano, aunque probablemente no será la última: «Los tiempos que corren nos llevan a profesionalizar y optimizar al máximo la gestión y para ello es necesaria masa crítica, por lo que creo que sí veremos más operaciones de este tipo como son habituales en otros sectores agrarios, aunque, lógicamente, dependerá de cada cooperativa y de sus socios», explica Fernando Ezquerro, presidente de Marqués de Reinosa y presidente también de la Federación de Cooperativas Agrarias de La Rioja (FECOAR).
La sociedad absorbida es la cooperativa de San Justo y San Isidro, de la vecina localidad de Quel, que controla unas 150 hectáreas de viñedo, de las que produce alrededor de un millón de kilos de uva. La cooperativa vendía la uva íntegramente a una bodega de la zona, Ontañón, con lo que llevaba ya casi diez años sin elaborar el vino y con quien mantiene aún una relación contractual a largo plazo: «Es una decisión pensando en el futuro», explica Roberto López, presidente de San Justo y San Isidro. «No es por una necesidad –continúa–, ya que tenemos en vigor este acuerdo de aprovisionamiento a largo plazo y de Ontañón solo podemos decir buenas palabras, pero nuestros socios son cada vez mayores, no hay apenas relevo generacional, y menos con los precios con que está trabajando Rioja, por lo que pensamos que es la mejor opción para todos».
Fernando Ezquerro | Cooperativa de Autol
Roberto López | Cooperativa de Quel
En este sentido, la crisis de rentabilidad está transformando el sector, con la venta de viñedos o arrendamientos a grandes bodegas y la desaparición de viticultores de avanzada edad. En el caso de las cooperativas, Fernando Ezquerro insiste en que la fusión «es una buena decisión, tanto para Autol como para Quel, ya que necesitamos volumen para el futuro».
Marqués de Reinosa es una de las cooperativas vitivinícolas más importantes de la región, que, con unos siete millones de kilos de producción (ahora alcanzará los ocho) comercializa alrededor de 1,6 millones de botellas con marca propia: «Nuestra estrategia –explica– desde hace años es crecer en la venta con nuestras marcas y hasta ahora lo hemos hecho sin apenas presencia en los lineales, aunque la tendencia para el futuro aconseja también entrar en este canal y para eso hace falta volumen».
En este sentido, la bodega tiene un acuerdo comercial con Anecoop, uno de los grupos españoles cooperativos más potentes en frutas y hortalizas y que comercializa también vinos: «Nos permite llegar en mejores condiciones a los mercados internacionales y nuestra idea es seguir ampliando esta colaboración», explica Fernando Ezquerro.
Si la fusión se aprueba finalmente, la idea es elaborar todas las uvas en las instalaciones de Autol, mientras que las de Quel, que tienen una capacidad de hasta dos millones de litros, quedarían como refuerzo de almacenamiento en función de las necesidades.
La asamblea de socios de la cooperativa de Labastida, Solagüen, dio el visto bueno el pasado día 21 a la venta de las nuevas instalaciones a Bodegas Muga (Haro), con lo que la operación de compraventa se formalizará en los próximos días.
Tal y como informó Diario LA RIOJA, Unión de Cosecheros de Labastida, Solagüen, llevaba años en una delicada situación económica por las fuertes inversiones acometidas, tanto en la bodega histórica en el año 2006 como en la construcción de la nueva posteriormente.
En la actualidad cuenta con unas 300 hectáreas de viñedo de cerca de un centenar de socios (llegó a tener 560) y la venta de la nueva bodega le permitirá obtener los recursos para hacer frente a los préstamos y continuar adelante en las instalaciones históricas, con capacidad y medios suficientes para seguir elaborando vinos de calidad.
Por su parte, Muga, que, además de la matriz en el barrio de la Estación de Haro ya tiene en propiedad otras bodegas de elaboración –en Badarán, para blancos y rosados, y una tercera en Villalba para tintos–, centralizará en Labastida la elaboración de la gama de vinos de El Andén de la Estación.
La intención de la bodega de Haro es dejar otras instalaciones en alquiler en las que estaba elaborando vinos y llevar esas producciones a Labastida manteniendo su idea de producir los vinos lo más cerca posible a los viñedos y con garantías de espacio y de medios técnicos.
Asimismo, la oferta de Muga incluye un compromiso de compra de 200.000 kilos de uva durante diez años seleccionados de algunos de los mejores viñedos de Solagüen y bajo la supervisión del equipo técnico de la bodega jarrera.
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