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La falta de examinadores y el 'cuello de botella' que genera esta situación en las autoescuelas no es nuevo. «Llevaremos unos 20 años con esta misma historia», lamentaba este jueves en Calahorra un profesor de una academia de Peralta, a la espera de que sus alumnos comenzasen con la prueba práctica para la obtención del permiso de conducir. «El problema pasa a nosotros porque tenemos un cupo de alumnos para examinar y luego no podemos coger a todos los alumnos que quieran para dar clases», añadían desde este centro.
María Bujedo, una joven de Calahorra que hace un par de semanas superó el examen teórico a la primera, se encontró después con esa lista de espera para poder comenzar las clases prácticas con el coche de la autoescuela.
«Me dicen que hasta dentro dos meses o dos meses y medio no puedo empezar», lamenta esta alumna, que busca con la obtención del carné de circulación mejorar sus opciones de empleo. En otras autoescuelas de la ciudad, la situación, como asegura esta joven, es similar. De hecho, «mi excompañera de trabajo ha estado cuatro meses esperando, de septiembre a enero, a que le llamaran para poder comenzar a hacer las clases prácticas», asegura. Así que tampoco es cuestión de centros, ya que «todos están igual y es lo mismo que preguntes en uno que en otro, porque te dicen que tienes que esperar para que puedan cogerte para dar las clases para el examen práctico», añade.
En Calahorra los exámenes de la parte práctica para la obtención del carné comienzan a primera hora de la mañana en el aparcamiento del Silo, donde ayer jueves media docena de autoescuelas citaban a sus alumnos para someterse a las pruebas. «Hay falta de personal y han puesto horas extras para examinar a los examinadores que quieran, pero el problema es que esas horas son todas para Logroño y no para Calahorra», se quejaba el titular de una autoescuela de la ciudad. «Es el problema de los centros desplazados, que quedan en un segundo lugar. Pero esto es un problema general de toda España. Me pasaba a mí antes con Tudela», decía el responsable de la autoescuela navarra, advirtiendo al mismo tiempo de que estas desventajas no favorecen la fijación de población en los núcleos urbanos más pequeños. «¿Sabes que me dicen si me quejo de que no se venga más a examinar a Calahorra? Que lleve a los alumnos a Logroño a examinarse», aseguraba este profesor, aunque otro docente de Navarra aseguraba que él no tenía quejas al respecto.
«Para el examen de la parte teórica no hay ningún problema en presentar a toda la gente que quiera porque se hace en el centro joven y hay mucho espacio, pero claro, para la práctica, nos ponen el cupo porque no hay suficientes examinadores y eso crea un embudo en las autoescuelas», señalaba otro profesor.
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