El auge de los vuelos privados y los chárter da aire al aeropuerto de Logroño-Agoncillo. ¿A qué destinos vuelan?

En mayo de 2003 se inauguraba el aeropuerto de Logroño-Agoncillo. El entonces presidente de España, José María Aznar, viajaba a la capital riojana para inaugurar las instalaciones, pero no fue su avión el primero en tomar tierra en el aeródromo, sino el de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de la constructora ACS. Una semana después comenzó a operar el primer vuelo regular a Madrid que se mantiene desde entonces con algunos altibajos y el parón de la pandemia.

La previsión entonces era que la infraestructura consolidara su posición en el norte del país, y sirviera de potente dinamizador turístico de la región. Nada salió como estaba previsto y en sus más de dos décadas de vida no ha logrado remontar el vuelo. Al menos, hasta ahora, porque los vuelos privados y los chárter empiezan a dar algo de oxígeno la infrautilizada terminal riojana.

Las cifras de operaciones y pasajeros que ofrece Aena mensualmente reflejan esta nueva tendencia. De enero a septiembre de este 2024, se han registrado 6.938 operaciones, cuatro veces más que en el mismo periodo de 2023 (1.561). Muchas de ellas, gracias a la escuela de pilotos FlyBy, pero los vuelos privados y los chárter también aportan su granito de arena a la escalada de operaciones. En los tres primeros trimestres de este año, prácticamente ha aterrizado o despegado un vuelo privado al día desde Agoncillo, proporcionalmente más que los que operaron en todo el pasado año. Algunos de ellos pertenecientes a dueños de imperios que cuentan con sus propios aviones para hacer negocios.

El empuje de los chárter también tiene su reflejo en las estadísticas de Aena. En lo que va de año, estos vuelos con destino de ocio a Alemania, Polonia, Atenas, Turquía, Marruecos y Eslovenia coincidiendo con puentes y festivos, especialmente en Semana Santa, movieron cerca de 2.000 pasajeros, lo que supone el 13% de todos los que utilizaron la instalación riojana para viajar (14.080).

Los vuelos privados, buena parte de negocios, movieron muchos menos pasajeros, pero recorrieron muchos más kilómetros. Siempre según la información de la empresa pública que gestiona los aeropuertos de España, este año en Agoncillo ha aterrizado o despegado –los datos sólo muestran las operaciones totales, no si viene o si va– un avión procedente desde la remota región de Leinster, una ciudad en la zona norte de Goldfields, en Australia Occidental.

También ha viajado hasta la instalación riojana un vuelo con cuatro pasajeros procedente del aeropuerto de Dulles International, en Washington (EEUU). Con Canadá también se ha registrado una operación, en concreto con un avión con tres pasajeros con destino u origen en el aeropuerto internacional San Juan de Terranova, Canadá. A esta zona acudieron el pasado junio a un acto de homenaje familiares de los marineros del pesquero español Villa de Pitanxo, fallecidos al naufragar la embarcación en febrero de 2022 en el Atlántico norte.

Alemania es otro de esos destinos de varios de los vuelos que parten desde La Rioja. En concreto, se registraron tres operaciones con el Adolf Würth Airport con trece pasajeros en total. Italia, Suiza, Portugal, Reino Unido, Grecia, Holanda, Belgica figuran también en la lista de países con los que operó la instalación de Logroño.

Aún así los desplazamientos en vuelos privados con otros aeropuertos españoles siguen siendo mayoritarios. Con la Comunidad Valenciana se contabilizaron ocho operaciones, allí se encuentra la sede de Mercadona. El dueño de la compañía de supermercados con más de 100.000 empleados, Juan Roig, tiene dos aviones privados con los que realiza más vuelos que otras compañías que operan en España, como, por ejemplo, American Airlines.

Más modestos, que no menos numerosos, han sido los traslados desde helipuertos como el de Elciego, en la vecina Álava; o Valladolid, Zaragoza, Bilbao, Málaga e incluso Ibiza. Todos ellos viajes a la sombra de las grandes cifras pero que aportan algo de vida a unas infrautilizadas instalaciones que vuelven a estar en el punto de mira después de que el mandatario riojano, Gonzalo Capellán, se reuniera con el presidente Pedro Sánchez. En el encuentro, mantenido en La Moncloa, el jefe del Ejecutivo regional reclamó tarifas superreducidas para atraer vuelos internacionales y expuso la necesidad de reactivar a corto plazo el aeropuerto con la declaración de Servicio Público Obligatorio (OSP).

En La Rioja ha habido varios casos sonados de personajes que han utilizado la terminal de Agoncillo. En agosto de 2019 el multimillonario Gordon Peter Getty, cuarto hijo del controvertido magnate estadounidense del petróleo Jean Paul Getty, aterrizó en el aeropuerto en un vuelo privado procedente de Oporto. El hombre, de 83 años, viajaba por zonas vitivinícolas europeas a bordo de su avión privado, un modelo de Boeing 727 del que solo quedaban cuatro unidades en todo el mundo. Entre el equipaje en la bodega del avión había cajas de botellas de Plump- Jack, Cade y Odette, las marcas que elaboran las bodegas Getty en el valle de Napa, en California.

Ese mismo año, en noviembre, otro avión atraía la atención de los fotógrafos aeronáuticos. Shigenobu Nagamori, la novena fortuna de Japón y CEO de Nidec-Arisa, situada en el polígono Lentiscares de Navarrete, tomaba tierra en Agoncillo a bordo de un flamante Gulfstream G650. Una nave con infinitas posibilidades y que, además, puede viajar desde el aeropuerto de Kansai, en Osaka hasta el de Agoncillo sin escalas.

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