Las atenciones sanitarias de urgencia asociadas al consumo de alcohol crecen el 40% en un año

La estadística del Observatorio Riojano sobre Drogas recoge que las urgencias hospitalarias en el San Pedro vinculadas directamente con la bebida por la búsqueda de efectos psíquicos o la existencia de dependencia alcanzó el año pasado las 1.101 frente las 659 del ejercicio precedente. Una cifra que, como matiza el jefe de servicio de drogodependencias y otras adicciones, Juan Del Pozo, está condicionada por la mejora en el procedimiento de recogida de datos y que debe sumarse a la otra vía por la que se realizan las urgencias como es la intervención del 061 en respuestas in situ. Las asistencias aquí por las mismas circunstancias alcanzaron en el 2017 las 665 en la comunidad, cuando en el 2016 se limitaron a 600.

La suma de ambos parámetros arroja así 1.766 urgencias tanto hospitalarias como no hospitalarias por un consumo excesivo de alcohol que se incrementan así el 40,2% sobre las de un año atrás. La estadística recoge asimismo otras variables que dibujan las claves sobre las situaciones de abuso del alcohol en La Rioja que desmonta algunos estereotipos como el de los excesos en el consumo relaciones directamente con la juventud.

Equiparación de género

De acuerdo con las mismas fuentes, sólo el 8,6% de este tipo de urgencias registradas en el Hospital San Pedro el año pasado (las del 061 no están desagregadas por edad) tuvieron como protagonistas a menores de 18 años. Una ratio que se eleva al 13,7% entre quienes tenían de 18 a 25 y sube hasta el 16,2% en la franja de 26 a 35. El grueso, por lo tanto, se concentra en los mayores de esa edad, que copan prácticamente seis de cada diez intervenciones (61,5%) con un dato entre anecdótico e inquietante: de ese grupo, el 2% eran octogenarios.

Los análisis genéricos para conocer la situación del consumo del alcohol tienden a poner al foco en los jóvenes por cuanto constituyen uno de los grupos de mayor riesgo. En ese colectivo de escolares de entre 14 a 18 años se centra la encuesta ESTUDES 2016 (última disponible) que arroja una gran similitud de los datos en función del género. La fuente revela en La Rioja que los consumos de prueba están generalizados (cerca del 80% de los estudiantes consultados asegura haber probado alguna vez el alcohol), mientras que en los últimos 30 días el nivel se rebaja a siete de cada diez. De ellos, un tercio ha consumido en atracón y uno de cada cuatro se ha emborrachado. «Ello evidencia una percepción distorsionada de la realidad y los riesgos que conlleva, o bien el desarrollo de una tolerancia a la sustancia», interpreta Del Pozo.