Un ataque de lobo a la ganadería 'Campastros' de Nieva acaba con la vida de dos ovejas

En la mañana del viernes, un vecino avisó al ver al rebaño de ovejas corriendo, como asustadas, por encima de los 900 metros de altitud. Tras comprobar lo sucedido, los responsables de Ganadería Campastros dieron parte a la guardería forestal a fin de poder percibir las indemnizaciones por el daño ocasionado por el lobo que, según la alcaldesa de Nieva, «son insuficientes».

«Hay que tener en cuenta que no sólo es el número de ovejas muertas en los diferentes ataques que han venido sufriendo a lo largo de los últimos meses sino que, además, la repercusión que todo ello tiene en los animales. Según los cálculos que han hecho los ganaderos, son alrededor de 400 los corderos que han dejado de nacer desde el verano hasta ahora por los problemas derivados del estrés que afecta al resto de la ganadería después de cada ataque», advierte Inmaculada Sáenz, quien pide que los ganaderos de las pequeñas localidades se vean más considerados ante las administraciones. Este último ataque a Campastros de Nieva de Cameros supone el sexto en once meses.