Secciones
Servicios
Destacamos
Las películas a veces hacen mucho daño. No nos engañemos, todas en alguna ocasión nos hemos visualizado siendo atacadas por alguien en la calle. Y todas nos decimos lo mismo: «Es fácil. Patada en los huevos y a correr». Pero las cosas no son tan ... sencillas. En una agresión, y más si es de un hombre a una mujer, hay una serie de circunstancias externas a nosotros como la diferencia de fuerzas, la sorpresa, el miedo e incluso la intención del atacante que pueden influir.
Como explican tanto desde Policía Nacional como desde Guardia Civil, no hay una pauta concreta que nos pueda salvar de ese ataque, pero sí que existen una serie de consejos generales que podemos tener en cuenta tanto para evitar el ataque como para saber reaccionar a él.
Antes de un posible ataque
Si alguien está decidido a hacernos algo no podemos evitarlo, pero sí que se pueden esquivar situaciones de peligro. Puede que algunos de estos consejos suenen obvios, pero la relajación, el alcohol, conocer la zona o incluso el móvil, pueden hacer que nos relajemos y no veamos el peligro:
- No ir por zonas oscuras y solitarias: Es mejor, incluso, dar una vuelta y hacer el camino por un lugar con más gente y luz.
- El pelo, recogido y/o dentro de la ropa: Los agentes aclaran que nunca le van a decir a una mujer cómo debe peinarse, pero es obvio que una coleta es algo mucho más 'agarrable'.
- La mochila, por delante: También es un elemento muy 'agarrable'. Y si la llevamos atrás, mejor solo colocada de un asa, de manera que si nos la agarran, podamos soltarla y huir.
- Evitar los portales: Mejor ir por una acera amplia y que no ponga fácil al atacante que pueda arrastrarnos dentro del un portal, por ejemplo
- Las llaves, en la mano y como arma: no solo porque agilizará la entrada en casa, sino porque son un arma y las podemos usar para defendernos. Es lo que se llaman 'útiles de fortuna'.
- Ir en contra de los vehículos: De esa forma podemos tener contacto visual con un conductor que nos pueda ayudar.
Cuando nos están atacando
Una vez que el peligro ha llegado, se plantean dos situaciones: que nos quieran robar o que nos quieran agredir.
Nno hay que hacerse los valientes. Seguramente el atacante solo quiere el botín, así que mejor dejar que se lo lleve y evitar males mayores.
En este caso lo ideal sería tener conocimientos de defensa personal que nos puedan ayudar (tanto Policía Nacional como Guardia Civil ofrecen cursos) pero en el caso de no tenerlos, hay algunas pautas que podemos seguir:
- La posición: Intentar tener las manos libres, en paralelo y hacia delante, de manera que si nos atacan sea más fácil repeler el ataque. En el caso de las piernas, lo ideal es tener un pie hacia adelante y el otro ligeramente hacia atrás, de manera que ganemos estabilidad en caso de un empujón.
- La patada genital, mejor evitarla: Además de que el agresor sabe que es el primer punto al que vas a ir y va a estar prevenido, lo único que conseguimos al levantar la pierna es desestabilizarnos y hacer que sea más fácil que terminemos en el suelo. El lugar más peligroso. Además, nos acercamos al atacante, que es lo primero que debemos evitar. Mucho más práctico recurrir a la agresión en la cara.
- Lo que nos rodea: Intentar observar las posibles rutas de escape más cercanas, si hay alguien que nos pueda ayudar o un sitio en el que podernos proteger. Intentar guiar al agresor de manera que nuestra salida quede más cerca o fácil.
- La huida: Si nos vemos obligados a ir hacia atrás, hacerlo no como si corriéramos, ya que es más fácil tropezarse, sino arrastrando los pies. La estabilidad es mayor.
- La defensa: En el video que acompaña a esta información podemos ver algunas técnicas sencillas para zafarnos del agresor según cómo nos agarre.
- Gritar: Puede sonar obvio, pero cuanto más grites, mejor. Y si en lugar de gritar «ayuda» o «socorro» gritas «fuego», mejor que mejor. Está comprobado que la gente acude más.
- En espacios cerrados: La posibilidad de huida es más limitada, así que todavía se hace más importante analizar el entorno y las posibles rutas de escape. Imprescindible también intentar ganar tiempo mientras se pide ayuda. Una mesa o una silla pueden ser de gran ayuda.
Después de la agresión
Policía Nacional y Guardia Civil están para ayudarnos, pero nosotros podemos hacer algo para ayuadarles a ellos a cazar al delincuente. Fíjate bien en su ropa, en su físico, en su voz y en por dónde ha huido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.